@SuarezRMarca | Hace justo 365 días, el 19 de marzo de 2016, los padres malaguistas recibieron el regalo de un triunfo en casa de uno de los eternos rivales, el Real Betis. Pero aquel triunfo vino acompañado de una sequía que aún perdura, un mal fario que ha hecho que los boquerones no hayan sido capaces de repetir triunfo lejos de La Rosaleda.
Hogar, dulce hogar, podría pensarse. Pero sea como sea, y a pesar de que sólo 200 aficionados blanquiazules podrán acompañar a su equipo en Leganés -había más de 1.000 peticiones-, Butarque debe ser el escenario donde los de Míchel consigan superar sus peores fantasmas y sumar una victoria vital. El descenso se mantendría, como mínimo, a igual distancia pero con una jornada menos, y de paso se dejaría al Lega a 4 puntos.
Para ello, el técnico madrileño no ha dudado en cargarse a Demichelis. El argentino fue uno de los señalados por la derrota ante el Alavés con dos errores infantiles y verá desde su casa a sus compañeros. Quizás desde el banquillo también lo vea Kameni, otro de los que no salió bien parado frente a los vitorianos. Habrá más cambios, seguro, porque Fornals ya no está sancionado y porque Juankar pide minutos a través de su velocidad y verticalidad.
Pero el rival también juega. Y el Leganés, que ha perdido los tres partidos que ha jugado con el Málaga y ha sido incapaz de marcarle un gol, se ha hecho fuerte en casa en los dos últimos encuentros, derrotando al Deportivo y al Granada.
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