@JuanjeFernandez || A la cuarta fue la vencida. Unicaja tumbó a su bestia negra en la Eurocup e hizo soñar al Carpena con que hay vida en Munich. Los cajistas realizaron un gran partido en grupo y sumaron una victoria que era obligatoria para seguir con vida. Carlos Suárez y Alberto Díaz sacaron la raza de un equipo que ha demostrado una vez más que cuando quiere puede lograr sus objetivos. El miércoles habrá que remar contra la afición rival para alcanzar unas semifinales que hoy están un poco más cerca.
Unicaja salió muy dormido a la pista del Carpena. Los malagueños fallaron en sus primeras dos opciones de ataque y no fueron capaces de coger el rebote, algo principal para el desarrollo del partido. Tras dos minutos y medio de pájara llegó el primer triple de Jeff Brooks. La canasta espoleó a los malagueños que rápidamente volvieron a anotar por mediación de Waczynski. Unicaja se puso a enchufar sin parar y consiguió un parcial de 10-2 con suma facilidad. La cosa se complicó cuando Nedovic cometió dos faltas y tuvo que ser sustituido. El momento fue aprovechado por los de Djordjevic para igualar el marcador. Booker era el mejor de los visitantes, pero Unicaja aguantaba el tirón y conseguía que los alemanes no se separaran mucho en el marcador al final del primer cuarto. (17-19)
El inicio del segundo cuarto fue muy bueno para los malagueños. Jamar Smith y Dani Díez pusieron de nuevo por delante a los de Joan Plaza. El marcador no se rompía. Plaza no paraba de gestualizar en su banquillo pidiendo a sus jugadores que tuviesen más intensidad defensiva. Nedovic seguía en su asiento y el técnico catalán recurrió a la magia de Alberto Díaz. El Bayern comenzó a jugar como sabe y puso cinco de renta a su favor gracias a un buen triple de Kleber. Musli y Suárez volvieron a igualar las fuerzas en el marcador. Alberto Díaz levantó el pabellón con una recuperación sensacional y obligó a pedir un tiempo muerto a los alemanes. La conexión Díaz-Musli se puso a funcionar y el Unicaja tuvo un par de minutos de gran juego para ponerse seis arriba en el electrónico. El Bayern estaba KO y los de Plaza no paraban de hacer sangre hasta llegar a los diez de renta al descanso gracias a dos canastas de Fogg. (41-31)
Los malagueños aprendieron la lección de otras ocasiones en el tercer cuarto. Fogg no tenía mal pulso y percutía la canasta alemana cada vez que podía. La renta se mantenía y el Unicaja no aflojaba con el paso de los minutos. Waczynski anotó de tres y generó un nuevo cortocircuito en el banquillo de Djordjevic. El polaco estaba inspirado y su muñeca volvió a enchufar de tres para dejar al Bayern muy tocado. El Carpena disfrutaba del momento cantando el himno a capela y el tercer partido estaba más cerca. Gavel y Zirbes sujetaban a los visitantes, que estuvieron acompañados por una pequeña expedición de aficionados. Los de Plaza superaron su bache habitual y aguantaron el intercambio de golpes hasta el final del tercer cuarto. (69-56)
El último acto fue un ejercicio de fe de toda la afición cajista. El equipo de Plaza comenzó sufriendo gracias a las canastas de Gavel y Nick, pero el público apretó y consiguió recuperar el pulso gracias al buen trabajo en el rebote de Omic. Los malagueños estaban cómodos sobre la cancha, aunque el equipo alemán lo intentaba de todas las maneras posibles. Alberto Díaz mandó a la lona a los bávaros con un triple y una gran asistencia sobre Musli que puso la ventaja en 13 puntos a falta de cinco minutos para el final. El reto fue imposible para los de Djordjevic que no pudieron con el espíritu de las 8.648 personas que se dieron cita en el pabellón. Unicaja siguió gustándose hasta el final y derrumbó al Bayern a base de fuerza y coraje, las armas habituales de su rival. A la cuarta fue la vencida y los de Plaza consiguieron sumar una victoria que era obligada. (82-67)