@JuanjeFernandez || Segundo partido del ‘Gato’ Romero y segunda derrota para el charrúa. La Rosaleda asistió cariacontecida a un partido que se rompió con el fortuito gol que abrió la lata. Los malaguistas no tuvieron la calidad ni las fuerzas necesarias para poder reponerse de los tantos encajados y acabaron sucumbiendo ante un gran equipo. El paisaje es aterrador para el cuadro de Martiricos, que tendrá que visitar el Santiago Bernabeu la próxima jornada. La peor noticia fue la lesión de Sandro Ramírez, que tuvo que retirarse entre lágrimas.
El Málaga intentaba llevar el peso del partido en los primeros compases de choque mientras que la Real Sociedad se limitaba a ver pasar el balón e intentar ganar una contra. La primera del partido llegó en un centro de Sandro al que Duda llegó con la puntita provocando la parada de Rulli, que desvió la bola a córner. En el saque de esquina, exquisitamente lanzado por el portugués, Camacho conectó de cabeza pero la bola se fue lejos de la portería donostiarra. En el minuto tres de partido La Rosaleda pulsó el ‘pause’ y ovacionó cerradamente a Weligton. El central brasileño cedió la semana pasada su ficha a Peñaranda y dijo adiós a la temporada de forma definitiva, lesión de rodilla al margen.
El partido entró en una fase en la que ambos equipos se repartían el balón. La Real también quiso probar a Kameni en el diez pero el disparo de Willian José salió rozando el palo derecho del portero camerunés. La Real dominaba el balón pero de manera territorial, mas los de Eusebio no llegaban con facilidad a la portería malaguista. Una sensación de impotencia recorrió Málaga cuando Sandro tuvo que marcharse por lesión. Peñaranda salía a la palestra por el delantero. La baja del canario minó la moral de los del ‘Gato’ Romero, que no atinaron a crear ocasiones en lo que restaba de primer tiempo. Zurutuza y Juanmi llevaban el peligro en la Real, mientras que Chory y Santos eran los encargados de trazar las contras que daban aire a los blanquiazules.
En la segunda mitad la mala suerte terminó de matar al Málaga. Un libre directo de Íñigo Martínez rebotó en el codo de Duda y se desvió de su trayectoria natural para acabar en la red de Kameni. Solo habían pasado cuatro minutos del segundo tiempo y el gol destrozó al Málaga. La Rosaleda estaba en tensión y el segundo tanto terminó de hundir los sueños malaguistas de puntuar. Tuvo que ser él, tuvo que ser Juanmi el que sentenciara el choque en el minuto 63 de partido. No hubo reacción sobre el césped, sí en el banquillo. Ontiveros y Juanpi entraron al terreno de juego con la intención de revolucionar un partido que estaba muy cuesta arriba.
Los veinte minutos finales fueron un constante querer y no poder del Málaga. Los cambios no funcionaron y el público comenzó a desesperarse con el dominio de balón de la Real. El Málaga no llegaba y no podía llegar. La Rosaleda se desesperó y silbó tímidamente al equipo. La gasolina de este Málaga post vacacional no dio para las remontadas de otras ocasiones y la Real Sociedad se llevó los tres puntos de la Costa del Sol, una vez más.