@RadioMarcaMLG | Esta temporada han cambiado muchas cosas en el Fernando Argüelles. En cinco jornadas el rendimiento del CD UMA Antequera, con un profundo cambio en la plantilla, ha superado las expectativas más optimistas. Tres victorias y dos empates lo han colocado en la segunda plaza de la clasificación con once puntos. Bajar de categoría, de Primera a Segunda, ha aumentado las ganas de los jugadores de demostrar que tienen opciones de regresar a la élite. La falta de experiencia y los ‘crueles’ últimos cinco minutos de partido acortaron el sueño del club universitario de ganarse un hueco entre los grandes de la Liga.
Los primeros partidos en una nueva andadura en Segunda han reforzado el proyecto deportivo del equipo malagueño y las mejoras en defensa han sido fundamentales para estar en los primeros puestos. La apuesta por dar la oportunidad a jóvenes jugadores de compaginar sus estudios universitarios con la competición al máximo nivel recogió su recompensa hace dos temporadas. El ascenso a la Liga Nacional de Fútbol Sala demostró que se puede alcanzar el éxito de muchas maneras y no hace falta tener a los mejores de este deporte, con un grupo unido y con ganas de triunfar, es suficiente. ¿Y por qué no se puede volver a repetir esa hazaña?
Manuel Luiggi “Moli” lleva toda su estancia en los banquillos ayudando a la formación de jóvenes valores del fútbol sala. Este curso tuvo que suplir la baja de 12 jugadores, algunos de ellos los impulsó al primer escalón nacional, con su enésima apuesta por la juventud. Conejo, Gonzalo Urbano, Juanra, Miguel Fernández, David Moreno, David Velasco y los juveniles –Juan Luna, Josemi Moya, Alejandro Sanz, Nacho Caballero, Manolo Torres y Fernando Torres– han llegado a la entidad a renovar la ilusión con esfuerzo por aprender. Estos refuerzos completan la continuidad de piezas esenciales para aspirar a grandes retos como son Tete, Crispi, Claudio Da Silva, Miguel y Óscar.
La unión del vestuario permanece esta campaña como ya la hubo en Primera División, pero hay aspectos del juego sobre los que ha hecho hincapié el técnico malagueño. La labor defensiva, que tantas horas de trabajo conlleva, ha sido decisiva en la consecución de buenos resultados. En el inicio de Liga, los pupilos de Moli solo han recibido nueve goles en cinco encuentros habiendo pasado por el Argüelles dos aspirantes a una plaza de playoff de ascenso: Naturpellet Segovia y FS Valdepeñas.
Consistencia, garra y concentración son los tres pilares sobre los que se construye la defensa universitaria. Los jugadores se ayudan unos a otros para mantener el orden y salir a presionar en primera línea. Cualquier rival que quiera marcar, debe romper la intensidad en los marcajes. La irrupción de Conejo en la portería también ha sido primordial. Sus paradas han salvado puntos tanto en casa como a domicilio y su buen manejo con los pies colabora en el inicio de juego desde atrás.
El portero-jugador, que tantas complicaciones generó la pasada temporada, es uno de los retos que ha conseguido superar el plantel universitario. La defensa en inferioridad se les resistía y sus oponentes encontraban muchas opciones de gol. En la última jornada, al CD UMA Antequera le tocó enfrentarse a esa situación contra Cidade de Narón. Los gallegos jugaron los seis minutos finales en superioridad. Aguantó con firmeza los ataques e incluso pudo sentenciar el choque con tres goles.
La Liga en Segunda destaca por su igualdad. Ningún equipo ofrece facilidades y acceder a una plaza de playoff exige un alto nivel de eficacia. Si el equipo cuenta con una solidez defensiva como la exhibida en estos primeros duelos, tendrá más oportunidades para anotar goles. En cinco jornadas los nueve tantos en contra se han transformado en 19 a favor. Los jugadores han encontrado el camino adecuado para crecer y tendrán que seguir trabajando con ahínco para dar respuesta a todas las situaciones de juego que plantee Moli.