@SuarezRMarca | Se corre el riesgo, como ha sucedido en multitud de ocasiones, que cuando un equipo se juega la vida y el rival ya no tiene nada que decir en la competición, este último se deje llevar. En teoría, en el Anadolu Efes Pilsen-Unicaja de esta noche en Estambul (20.45 horas) debería quedar bien claro que los turcos están ante una finalísima que, en caso de perder, les dejará matemáticamente fuera de la Euroliga.
Sin embargo, el problema para los Granger, Saric, Osman y compañía es que si hay un equipo impredecible en Europa ese es el Unicaja, tan capaz de lo mejor -como apalizar al Laboral Kutxa en Vitoria hace unos días- como de lo peor. Los de Plaza hace tiempo que renunciaron a la máxima competición continental, la misma que les ha dejado fuera de su reforma a pesar de sus once temporadas seguidas en el Top16. Pero entre que se ha quitado la presión y que algunos jugadores han dado pasos de gigante, este Unicaja es otro y podría dar la sorpresa ante los de Ivkovic.
Sorpresa sería que Markovic jugase finalmente algunos minutos. Aunque Plaza quería "hacerle jugar algunos minutos", la realidad es que el serbio aún sufre muchos dolores y su concurso no se resolverá hasta la rueda de calentamiento. Serán otros los que tengan que seguir haciendo progresar al equipo de cara, sobre todo, al duelo del domingo ante el Bilbao Basket. Ese sí que es importante para el futuro de los malagueños.