@SuarezRMarca | La clase de Juanpi Añor vale quilates. Agarró la pelota en el borde del área, se la acomodó ante tres contrarios con la parsimonia del que se sabe poseedor de una calidad exquisita, saboreó el momento y la enchufó de rosca imparable ante un Cuéllar que nada pudo hacer para evitar el tanto que, a la postre, daría una victoria fundamental al Málaga.
Hasta ese momento, el Sporting había presionado muy bien a los blanquiazules e incluso ya había amenazado a Memo Ochoa en la primera jugada del partido. El mexicano estuvo de cine en las tres claras ocasiones en las que fue obligado a intervenir. Si alguien dudaba de que podía acusar la inactividad, Ochoa se encargó de recordar que bajo palos es un felino con el que soñarán los Sanabria, Pablo Pérez y Carlos Castro, entre otros.
También se acordarán los asturianos de Burgos Bengoetxea, el árbitro, al que reclamaron en el último minuto una mano clara de Fornals dentro del área. Bien es cierto que la jugada venía de un fuera de juego no pitado, pero la infracción parecía evidente. Aunque no sólo por eso mereció más el Sporting. Es un equipo con más velocidad que calidad, que nunca deja de mirar el marco contrario, pero al que le penaliza la endeblez de su defensa. Un robo en su zona ocasionó el tanto del Málaga. Mas luego no se recuerda ninguna parada de Cuéllar porque los de Gracia no hicieron un buen partido. Se notó la ausencia de Camacho en la construcción y la penosa forma física de Uche, otro que debutaba como titular.
Sin embargo, lo importante no era la forma sino el fondo. Y por una vez, la suerte sonrió a los blanquiazules, que sufrieron en los últimos minutos pero terminaron por sumar tres puntos que valen casi una salvación y que les sitúan con 36 puntos, empatados con el Eibar en la octava posición.
-MÁLAGA: Ochoa; Rosales, Albentosa, Weligton, Torres; Juanpi, Recio, Fornals, Chory Castro; Uche, Charles.
-SPORTING: Cuéllar; Lora, Luis Hernández, Meré, Isma López; Mascarell, Sergio Álvarez; Carmona, Ndi, Jony; Sanabria.
GOL: 1-0, min. 24: Juanpi, desde el borde del área, se la coloca para su perfil y suelta un zurdazo imparable para Cuéllar.