@SuarezRMarca / @JuanjeFernandez || Justo después del encuentro, aún caliente tras la ridícula forma de caer eliminado ante el Mirandés, Ignacio Camacho, uno de los capitanes y voz más que autorizada del Málaga, se sinceró ante los medios y dudó de la implicación y actitud de algunos compañeros.
No es sólo por caer ante un Segunda sin rematar una sola vez a la portería en la segunda parte. La falta de apego y de adaptación de algunos futbolistas, descontentos con su situación, ya viene de lejos. Y Camacho, después de jugar una hora tras volver de mes y medio de inactividad por lesión, se hartó y por eso llamó al pan, pan, y al vino, vino.
Y esa actitud de Camacho ha hecho reaccionar a otros hombres fuertes del vestuario malaguista, que esta tarde se han sumado al internacional español, que también ha vuelto a hablar delante de la plantilla, para reclamar mayor esfuerzo de todos para sacar adelante la temporada. Han sido 50 minutos de charla en la que, entre otras cosas, les han recordado que su futuro y su prestigio, no sólo el del club, también está en juego.
Esa reunión de casi una hora ha sido la razón por la que el equipo ha salido a entrenarse a las seis de la tarde cuando estaba previsto a las cinco. Y la que, por extensión, ha motivado que se suspenda el acto de firmas previsto en Torre del Mar con Ricardo Horta y Hachim Mastour. La explicación oficial del club, sin embargo, ha llegado vía twitter asegurando que "por motivos ajenos al club, el entrenamiento se ha retrasado y queda anulado el acto de firmas de Torre del Mar".