@RadioMarcaMLG | Perico, el que fuera jugador del Málaga, ha vivido un invierno en su etapa en Grecia, donde jugaba en el Larissa. Su propietario le amenazó e incluso le agredió físicamente, como hemos podido leer en el diario Marca.
"Yo me quería marchar porque tenía ofertas y me dicen que no puedo irme y que me van a poner una cláusula para que no pueda jugar en ningún otro equipo griego. La afición me insistió para que me quedara y terminé accediendo porque el cariño que me han demostrado es brutal. Tengo el Facebook repleto de mensajes de ánimo". Acto seguido comienza un nuevo capítulo de su tortura: "En febrero me presentan un papel de la FIFA con los huecos en blanco para certificar que estoy conforme con lo que he cobrado. Yo no lo firmo, si lo hubiera hecho habría perdido todo, y empiezan los problemas: me encierran en la tienda del club para presionarme, me empiezo a caer de las convocatorias, llaman a mi casa a la 1.00 de la mañana y me asomo a la mirilla y no hay nadie, unos ‘tipos’ que me querían ayudar me dicen que me vaya de la ciudad que corro peligro… Lo que querían es que me fuera, pero para denunciarme por incumplimiento de contrato. Vivía con miedo y no me podía fiar de nadie. Nada más llegar a casa echaba la llave. Además, tenía dos amigos que se quedaban a dormir conmigo".
La gota que colmó el vaso llegó el pasado fin de semana: "El presidente me citó en sus oficinas y decidí ir con una traductora para que no se rieran más de mí. El presidente le prohibió la entrada y empezó a llamarla puta y a decirle que se acostaba conmigo. Decidimos irnos yentonces fue cuando el presidente salió, me agarró por el cuello, me pegó dos porrazos, me metió en su despacho y me puso contra la mesa. A mí me cogió totalmente desprevenido, era lo último que me podía imaginar. Cuando vio que la traductora llamaba a la Policía, me soltó, abrió la puerta y salí corriendo".
La suerte de Perico cambió el pasado martes con una llamada a la AFE griega. "No se podían creer lo que he vivido. Me dijeron que me fuera corriendo para Atenas con la demanda policial, el examen médico y todas las pruebas que tengo en forma de grabaciones. Debo decir que se han portado de fábula y, tras una videoconferencia con la AFE española, hemos redactado la denuncia. Eso sí, cuando han visto el contrato, se han echado las manos a la cabeza: está todo lleno de trampas para que no puedas reclamar". Ya solo resta que se celebre el juicio: "El presidente va a defender que no iba a entrenar y que era un borracho. Otra mentira más. Hace una semana hubo un test de resistencia que aún está colgado en el tablón de la ciudad deportiva y saqué la máxima puntuación".
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