El Unicaja ha encarado la recta previa a la cita copera de una forma un tanto desconcertante. Tras la espectacular victoria en el Carpena ante el Valencia Basket que ponía el broche perfecto, liderazgo en solitario, a la primera vuelta de la Liga, los cajistas no han seguido la misma estela. Las dos jornadas en las que los malagueños han tenido que viajar el desenlace ha sido el mismo, derrota. Ambas frente a conjuntos que, aunque están al alza, se mantienen en la zona caliente de la clasificación. Todo justo antes del comienzo de la Copa del Rey 2025, para comprobar que cualquiera te baja de la nube a un único encuentro. Así, un doble aviso en la lucha por la ACB.
Después de seis partidos consecutivos sin reencontrarse con la derrota, la inauguración de la segunda mitad liguera empezó con el pie izquierdo. Primero, viaje a Girona para volver habiendo mostrado una cara sin alma ni energía, que distaba mucho de lo que se enseñó ante los taronja. A su vez, comienzo del Round of 16 de la BCL con misma dinámica que en el 2024, pleno de triunfos. Aunque, todo hay que decirlo, la competición continental no es comparable, ahora mismo, con el nivelazo de la liga española.
Ganar en la competición doméstica volvió a ser realidad para los de Ibon Navarro. Ante el Baskonia, en casa. Pero no duró mucho. Vuelta al avión, rumbo a Galicia y, de nuevo, pinchazo. Un Unicaja desorientado, sin defensa y con pocas ideas de conjunto en ataque ante un Río Breogán peleón. No tan grave perder, ya que tanto gerundenses como lucenses están sabiendo reestructurar sus malos comienzos gracias a los cambios de técnicos. Lo que hace saltar las alarmas de aviso son las formas. La Liga Endesa 2025 ya ha demostrado que el orden de la tabla, muchas veces, no corresponde con el baloncesto del equipo. Cada vez más cuesta arriba para la zona noble enfrentar a, incluso, los que están luchando por la permanencia.
Así, un doble aviso en la lucha por la ACB.
