El Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Málaga pone en marcha con éxito el tratamiento de ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU, por sus siglas en inglés; High Intensity Focused Ultrasound) para cáncer de próstata localizado, “técnica mínimamente invasiva que permite destruir, mediante la concentración de calor, el foco del tumor preservando la próstata”, explica el doctor José Ángel Gómez Pascual, jefe de Urología del Hospital Quirónsalud Málaga.
Es una opción terapéutica no invasiva que permite un tratamiento local preciso en una sola sesión, que dura entre 30 minutos y dos horas, repetible si es necesario, con una corta estancia hospitalaria y efectos secundarios mínimos. El hecho de ser conservador con la próstata permite que las funciones propias de la glándula –la eyaculatoria, la incontinencia de orina y la función eréctil-, no se vean afectadas.
Esta terapia es especialmente indicada en estadios 1 y 2, ya que consigue llegar a dianas terapéuticas muy pequeñas (de hasta 3mm de diámetro). En este sentido, es vital incidir en la importancia de un diagnóstico precoz del que es “el cáncer más habitual en hombres y el tercero más mortal, pero que no presenta síntomas en estadios tempranos”. El cáncer de próstata afecta a más de 1,2 millones de personas en el mundo, con más de 29.000 nuevos casos diagnosticados en España este año, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
La HIFU se puede proponer como “tratamiento de primera línea para pacientes con un cáncer de próstata localizado (estadios T1-T2). Dependiendo de las características del cáncer, el tratamiento puede ser dirigido solo al área con cáncer (tratamiento focal) o a toda la glándula (total). Este tratamiento también se puede ofrecer como un tratamiento de rescate para pacientes con recurrencia tras una radioterapia de haz externo o braquiterapia”, desarrolla el doctor Gómez Pascual.
Las ondas de ultrasonido se focalizan con extrema precisión de forma instantánea y eficaz, destruyendo las células cancerosas objetivo en la próstata. Las ondas de ultrasonido se administran a través de una sonda, que se inserta en el recto. El tratamiento dura de 30 minutos a 2 horas y puede ser realizado bajo anestesia general o espinal.
El tratamiento HIFU puede ser total (la próstata entera es tratada), parcial (parte de la próstata es tratada) o focal (sólo se trata el área de próstata afectada por el cáncer). En aproximadamente el 20% de los casos, el cáncer sólo invade parte de la próstata y por lo tanto el tratamiento HIFU se puede aplicar para destruir sólo el área comprometida (tratamiento focal).
Entre las ventajas técnicas del HIFU, el jefe del Servicio de Urología destaca la “no invasividad, precisión y su capacidad ablativa, que lo convierte en la terapia de primera línea para el tratamiento focal (o parcial) del cáncer de próstata localizado”. De hecho, esta estrategia de tratamiento representa un equilibrio entre no tratar (vigilancia activa) y un tratamiento potencialmente radical excesivamente agresivo (riesgo de efectos secundarios).
Asimismo, el tratamiento focal contra el cáncer de próstata tiene como objetivo el control de la enfermedad del cáncer asociada en equilibrio con el mantenimiento de la calidad de vida.