El Unicaja sacó adelante un partidazo de baloncesto que se le puso muy complicado bien adentrado el tercer cuarto. Los de Ibon Navarro perdían por 14 puntos de diferencia y se veían obligados a remontar. Además, ante un gran rival, La Laguna Tenerife. El equipo tinerfeño siempre se ha basado de su sustento en el pick and roll. Históricamente con Marcelinho y Shermadini. En la actualidad, con un Fitipaldo y Fran Guerra que van cogiendo protagonismo en el testigo. La figura de los pívots de cualquier equipo es básico para frenarles. Ayer el equipo de Los Guindos tuvo a Kravish como descarte y a Sima y Balcerowski cargados rápidamente de faltas. Ahí salió el ‘Small Ball’ como cemento para la remontada.
Durante la segunda parte, Sima estuvo sobre la cancha durante 2:31 minutos. Cometió la tercera falta. Balcerowski jugó tan sólo 1:36 minutos donde cometió la cuarta falta personal. Problemas serios en la pintura. Ahí, Ibon Navarro se acogió a las numerosas variantes que le ofrece su plantilla. Osetkowski y Ejim asumieron el mando. El californiano, que anotó 20 puntos y once de ellos en el último cuarto, jugó el último periodo de forma completa. Ejim se perdió sólo dos segundos (9:58). Una conexión brutal. Entre ambos anotaron 21 de los 33 puntos del Unicaja en el último cuarto.
En el día de ayer, y no es la primera vez que ocurre en la temporada, Ibon Navarro optó por cerrar la rotación para conseguir la victoria. Y esta era muy importante. Ya que de esta forma, amarraba el liderato antes de viajar al Wizink Center para enfrentarse al Real Madrid. El Unicaja jugó en el último cuarto con sólo seis jugadores: Osetkowski, Ejim, Taylor, Kalinoski, Djedovic y Alberto Díaz. De este modo, sin minutos de cinco puros en el último cuarto.
De hecho, el jugador que más minutos tuvo en la segunda parte en el Unicaja fue Melvin Ejim. A los 9:58 minutos del último cuarto, hay que sumar los 7:28 que disputó en el tercer cuarto. El canadiense se convirtió en la solución para frenar a Fran Guerra y Shermadini. Ante un mal día de Balcerowski y uno regular de Sima, el ‘Small Ball’ fue el cemento para la remontada.