Partidazo de baloncesto en el Martín Carpena. Los dos mejores equipos hasta la fecha en la Liga Endesa se veían las caras en un duelo que, como suele ser habitual, no defraudó. Se abonó a la épica el Unicaja que se vio 14 puntos abajo en el tercer cuarto. Un imperial Dylan Osetkowski con 20 puntos, once de ellos en el último cuarto, lideró a un equipo que sigue en lo más alto de la tabla una semana más. Enfrente, un imperial Fran Guerra (23 puntos, 5 rebotes para 30 de valoración) no fue suficiente para llevarse una batalla épica por el liderato. Esta es la crónica de un Unicaja que también gana en la ‘Guerra’ por el liderato (84–81).
Otro que quería sumarse a la locura de Dylan era Kam Taylor. En una canasta de las que él se inventa. Pisando, pero asumiendo los balones que más queman. Colocaba el 75-71 a falta de 2:04 para el final. El parcial era de 23-12 para el Unicaja en el último cuarto. Había tiempo muerto. Fran Guerra recortaba distancias, pero el torbellino cajista ya estaba en marcha. Taylor se inventaba una nueva canasta y Ejim sacaba músculo con un gran 2+1. Ponía el 80-73 dentro del último minuto. Parecía que la sentencia estaba al llegar.
Pero los duelos ante La Laguna Tenerife se tienen que ganar muchas veces. Joan Sastre anotaba un triple tras carretón y ponía el 80-76 a falta de 48,5 segundos. Unicaja tenía bola para sentenciar. Taylor volvió a asumir galones, pero esta vez no le salió. Atacaba La Laguna Tenerife y ahí apareció la nueva defensa cajista. Tyson Carter robaba y se marchaba a la línea de personal. Anotaba los dos tiros libres. La Laguna Tenerife anotaba rápido y dejaba la distancia en cuatro puntos.
Parecía que todo estaba hecho, pero Kam Taylor cometía una falta en ataque en el bloqueo. Pidió revisión el equipo visitante para una posible antideportiva. Quedó en personal en ataque. Sin más. Posesión para el equipo tinerfeño que le dio la bola a Abromaitis que metió un triple desde nueve metros que daba el último ápice de emoción en el Carpena. 82-81 a falta de 2,1 para el final.
Tiempo muerto donde el Unicaja tenía claro que la bola debía acabar en Kalinoski. Recibió la falta y anotó los dos tiros libres. Con poco más de un segundo debía atacar el equipo tinerfeño que acabó dándole la vuelta a Marcelinho Huertas. El hombre de los imposibles. Quiso emular lo que consiguió hace más de una década con el Barça en una final de la ACB ante el Madrid. El triple desde el centro del campo dio en el cristal, pero no entró. Así terminó un partidazo de baloncesto en el Martín Carpena.
El partido empezaba con un triple de Kramer desde la esquina. Venía de ser extraterrestre con la selección de Alemania. Fran Guerra hacía daño a Yankuba Sima por dentro y el Tenerife empezaba con un 0-7 de parcial. El Unicaja comenzaba en los primeros minutos de partido con caraja ofensiva. Tiros muy forzados, no ganaba ventaja en las posiciones interiores. Reboteaba en ataque, pero no castigaba de ninguna forma. Los primeros puntos llegaron por parte de Barreiro desde la línea de personal. La primera canasta en juego llegó con casi el ecuador del primer cuarto con una bomba de Kam Taylor.
Unicaja elevaba el nivel defensivo. Pero Doornekamp, que ya se vistió de héroe inesperado en el último enfrentamiento entre ambos equipos en el Carpena, anotó un triple al filo de la posesión que fue un jarro de agua fría para el equipo. El partido necesitaba de personalidad y calidad. Aparecía Osetkowski con dos canastas consecutivas con mate. Ponía al Unicaja a cuatro puntos de diferencia. 10-14. Era un primer cuarto de remar y remar y volver a remar. Fran Guerra, que está tocado por una varita, hacía otro 2+1 que volvía a despegar a su equipo en el marcador. 9 puntos para el pívot internacional español.
Alberto Díaz logró un triple y Tillie una gran acción de 2+1 que empezaba a meter en el partido a un Carpena que comenzó desangelado. Otro ex del Unicaja, Tim Abromaitis, castigaba desde el perímetro y colocaba al equipo lagunero con el +9 (15-24). Una canasta de Kalinoski, a la remanguillé, cerraba el primer cuarto con el 17-24.
Kalinoski asumió los galones del ataque cajista en el inicio del cuarto. Era objeto de faltas con frecuencia. Desde la línea de personal sumaba para el equipo cajista. La Laguna Tenerife seguía a lo suyo. Haciendo mucho daño por dentro y encontrando por fuera, la esquina donde castigaba. Doornekamp volvía anotar de tres puntos y Scrubb ponía al equipo canario por encima de los 30 puntos de anotación. El segundo cuarto fue el de demostrar de nuevo la raza. La defensa. La lucha. No dar por perdido ningún balón. Cuando las cosas no salen en ataque, muy errático con un 1/8 en triples, el equipo debe empezar las remontadas desde atrás. El equipo aumentó el nivel atrás y provocó que La Laguna Tenerife estuviera durante más de siete minutos sin anotar.
Carter, Sima y Djedovic ponían por delante al Unicaja por primera vez por delante en el partido con el 32-31. Se venía arriba el Carpena. Perry con el robo y Taylor con un mate a la contra ponía la máxima con el 36-31. Doornekamp con un nuevo triple, se marchó con 3/5 al descanso, rompió la sequía anotador del equipo tinerfeño. La energía de Sima. Los puntos del colectivo hacían que el Unicaja se fuera ganando al descanso por 36-34. La peor noticia: Balcerowski. Se fue con tres faltas y ya muy condicionado para el resto de partido.
Y el tercer cuarto empezó con una ansiada canasta para el equipo andaluz. Llegó el segundo triple tan ansiado para el Unicaja en el partido. Killian Tillie abrió el campo y desde la esquina castigó para poner el 39-34. Justo a la jugada siguiente llegó una mala noticia para el equipo de Los Guindos. Sima cometía su tercera falta personal. Problemas en el puesto de ‘5’. Tres faltas para él y para Balcerowski. Esa falta dio raíz a un parcial de 0-7 para La Laguna Tenerife que pasaba al 39-43. Pero el parcial se abría al 2-11. Fran Guerra volvía al papel del primer cuarto y Fitipaldo colocaba el 41-49 a falta de 5:40 para llegar al último cuarto. Solicitaba Ibon Navarro tiempo muerto.
No tuvo el efecto esperado. Fitipaldo anotaba un triplazo y Fran Guerra volvió a tirar de fundamentos para sacar un dos más uno en una de las primeras jugadas donde el Unicaja jugaba con Ejim, Tillie y Osetkowski en el juego interior. Era la máxima en el electrónico para Tenerife. 41-55.
Osetkowski con un triple iniciaba la reacción cajista. Otra vez, optando por la intensidad. Buscando el aro de forma intensa. Sacando faltas y yendo a la línea de personal. El equipo malagueño recortó hasta los siete puntos de distancia. Con más energía, pero con muy poco acierto en ataque. El Unicaja se marchaba al último cuarto con un 3/18 en triples.
Comenzaba el último cuarto y el Unicaja elevaba su presión. Djedovic empezaba cometiendo dos faltas. Pero, robaba balones. Podía correr. Así se demostró en la acción que abría el tanteo en el último asalto por mediación de Ejim. Las opciones se abrían en ataque, pero Unicaja se le veía demasiado ansioso. La intensidad debida y una defensa a cambios impresionante sin la presencia de ninguno de los grandes.
El Carpena ya se metía en el partido y se desquiciaba con los árbitros. Djedovic se cargaba de faltas y el Unicaja se metía en bonus quedando casi 7 minutos para el final del encuentro. Se escuchaba el fuera fuera en el Carpena y aparecían pañuelos en la grada. Nadie entendía el nivel de contacto de los árbitros. Ibon Navarro se le iban los demonios. Recibió la técnica. Aún así, el Unicaja seguía remando. Taylor se inventaba un canastón ante la defensa de Marcelinho. Y Ejim desataba la locura con un triple que igualaba el partido a 64-64. Los árbitros seguían castigando el nivel de intensidad defensivo. Osetkowski también recibía la técnica por protestar. Pero el californiano cuando se calienta… es un jugador con mucha presencia. Entendió que era su momento. Nueve puntos de forma consecutiva. Ponían por delante al Unicaja con el 73-70.
Otro que quería sumarse a la locura de Dylan era Kam Taylor. En una canasta de las que él se inventa. Pisando, pero asumiendo los balones que más queman. Colocaba el 75-71 a falta de 2:04 para el final. El parcial era de 23-12 para el Unicaja en el último cuarto. Había tiempo muerto. Fran Guerra recortaba distancias, pero el torbellino cajista ya estaba en marcha. Taylor se inventaba una nueva canasta y Ejim sacaba músculo con un gran 2+1. Ponía el 80-73 dentro del último minuto. Parecía que la sentencia estaba al llegar.
Pero los duelos ante La Laguna Tenerife se tienen que ganar muchas veces. Joan Sastre anotaba un triple tras carretón y ponía el 80-76 a falta de 48,5 segundos. Unicaja tenía bola para sentenciar. Taylor volvió a asumir galones, pero esta vez no le salió. Atacaba La Laguna Tenerife y ahí apareció la nueva defensa cajista. Tyson Carter robaba y se marchaba a la línea de personal. Anotaba los dos tiros libres. La Laguna Tenerife anotaba rápido y dejaba la distancia en cuatro puntos.
Parecía que todo estaba hecho, pero Kam Taylor cometía una falta en ataque en el bloqueo. Pidió revisión el equipo visitante para una posible antideportiva. Quedó en personal en ataque. Sin más. Posesión para el equipo tinerfeño que le dio la bola a Abromaitis que metió un triple desde nueve metros que daba el último ápice de emoción en el Carpena. 82-81 a falta de 2,1 para el final.
Tiempo muerto donde el Unicaja tenía claro que la bola debía acabar en Kalinoski. Recibió la falta y anotó los dos tiros libres. Con poco más de un segundo debía atacar el equipo tinerfeño que acabó dándole la vuelta a Marcelinho Huertas. El hombre de los imposibles. Quiso emular lo que consiguió hace más de una década con el Barça en una final de la ACB ante el Madrid. El triple desde el centro del campo dio en el cristal, pero no entró. Así terminó un partidazo de baloncesto en el Martín Carpena.
Nada nuevo en la oficina. Se veía que los jugadores venían un poco desconectados, sin esa chispa pero al final le salió y ganó ante un gran Tenerife.
A seguir así y el Domingo a callar bocas ganando al Madrid.