El Málaga superó su dependencia de Antoñito Cordero y Aarón Ochoa rascando un empate en Cádiz tras un nuevo marcador en contra levantado este curso para los de Sergio Pellicer. El técnico de Nules está de enhorabuena con la recuperación de los dos niños prodigio de la cantera junto a Izan Merino. Tanto el internacional español como el irlandés llegan de nuevo a La Rosaleda después de haber jugado tres partidos en apenas diez días. Todos llegan apuntando al once titular del equipo malaguista para el partido contra el Oviedo. Aunque Pellicer no pierde la oportunidad de dejar un mensaje a esos niños prodigio del Málaga CF.
“Ya cuando se hizo la plantilla se pensó en los tres chicos. Esto lo va marcando el camino y su temporada. El rendimiento habla por sí solo. No es de cara a la galería, el club y yo nos jugamos muchas cosas. Cuando intentas que esos jugadores participen es porque piensas que van a dar rendimiento. Ahora es una cuestión de mantenerse y tener un hábito diario. Es una cuestión a valorar, para mí es un placer volver a contar con ese perfil de jugadores. El verde es el que habla. Estoy muy contento con todos. Es un momento donde van a aparecer un gran escenario posible para muchos jugadores”, comentaba feliz el entrenador malaguista.
Ochoa acumula 435 minutos, Antoñito Cordero 550 e Izan Merino, el último en sumarse a la fiesta, 144. Más de 1.000 minutos para tres jugadores cuya edad no les permite todavía siquiera conducir. Faltan dos para poder hablar de lo que suele denominar una quinta y eso nombres por edad podrían ser los de Carlos López y Chupete. El Málaga CF tiene un grupo de niños prodigio que tendrá que mimar de cara a un futuro que es bonito y prometedor para los tres.
