El Balcerowski menos ‘vergonzoso’

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Olek Balcerowski junto con sus compañeros Jonathan Barreiro y Yankuba Sima // Foto: acb photo (Mariano Pozo)

El Unicaja de Málaga disfruta sobre la cancha y, fuera de ella, vive el mejor inicio de su historia. Los malagueños consiguieron llegar ayer a la decena de triunfos consecutivos en la temporada. El resultado viene precedido por la actuación de un conjunto unido. Que sabe jugar en equipo y que de forma individual solo deja destellos de calidad. El conjunto de Ibon Navarro lleva trabajando junto varias temporadas, solo ha habido tres nuevas incorporaciones, que poco a poco están adquiriendo esa dinámica cajista. Kilian Tillie, con sus rebotes y aportaciones al luminoso. Tyson Pérez, energía personalizada, dejaron entrever, ya hace varios partidos el material que eran para trabajar. Ahora, el fichaje más nuevo de los verdes, Olek Balcerowski, saca su lado menos ‘vergonzoso‘.

En el día de ayer, el Martín Carpena fue testigo de un recital de baloncesto malagueño. Le tocó sufrir al recién ascendido equipo leridense (101-63). De nuevo, Alberto Díaz quedaba fuera de la rotación, puesto que sigue de baja por su lesión en el abductor. Así que, de la misma forma, era la zona interior la que tenía que dejar un descarte. David Kravish se quedó fuera del parquet. Por su parte, el pívot, Olek Balcerowki, lleva desde su estreno demostrando su potencial intimidador en defensa. Esta vez en Liga Endesa ante el Hiopos Lleida, ha dado el primer pasito para completar su ataque.

El polaco que aterrizó en la capital de la Costa del Sol desde Panathinaikos. Después de cerrar la pasada campaña con la Liga de Grecia y ser proclamado campeón de la Euroliga, en siete días añadió dos nuevos títulos a su lista: la Copa Intercontinental de la FIBA y la Supercopa Endesa. Nada mal para un recién llegado. El pívot del conjunto malagueño se estrenó en el Trofeo Costa del Sol ante el Baskonia. Desde ahí ha dejado claro la gran aportación en defensa que un jugador de 2,16m puede dar. Intimidación, rebotes, tapones. Cada vez con más mejoras en su uso de la fuerza. Aunque le han llevado, en otros partidos, a cometer alguna falta personal más que evitable. Este pasado sábado, abrió la puerta a su aspecto más mejorable, el ataque.

Cada vez más completo, cerró los poco más de diez minutos que estuvo sobre el suelo del Carpena con muy buenas sensaciones de cara al aro. No fue el más anotador y seguro que no estuvo cerca de su máxima aportación en ello pero, ayer se disfrutó del Balcerowski menos vergonzoso.

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