@CesarRadioMARCA | No es el jugador franquicia ni lo será nunca. Pero tiene unas narices que no le caben en la cara. Txemi Urtasun fue, en un Martín Carpena entregado, el héroe de la noche y, por tanto, del pase a semifinales. Empezó como décimo tercer jugador de la plantilla y va a acabarlo casi, y sin el casi, como el primero.
Ya había avisado en los apenas dos minutos y medio que participó en el primer cuarto que estaba enchufado. 5 puntos sin fallo en un abrir y cerrar de ojos. Y eso que actuó de base. Y aunque pasó de puntillas en el segundo, en realidad estaba estudiando la situación para hincar el diente a los canarios en el momento oportuno. En el tercero dirigió a los suyos para fueran abriendo hueco; en el último les sacó la sangre para superar en varias ocasiones los 20 de diferencia.
Pero en realidad, no todo fue tan sencillo. Antes hubo que sufrir. Como siempre que enfrente está un Herbalife Gran Canaria que es martillo pilón. Tantas veces le das golpes, tantas veces te los devuelve. Y si demarras, hace la goma y se vuelve a poner a tu estela. El guion de este partido ya lo habíamos visto con anterioridad. Los malagueños dominando en el marcador la mayor parte del choque, pero sin poder abrir distancia.
En el primer cuarto, 15-15, y gracias a un triple in extremis de Urtasun. En el segundo 38-33, con el despertar, aleluya, de Calloway. Fue el primer intento serio de los de Plaza de marcharse en el electrónico, mas Tomás Bellas decidió que las vacaciones podian esperar. 10 puntitos se anotó el menudo base en este cuarto para animar a los suyos y mantenerlos en el encuentro.
Tras la reanudación, las cosas pintaban igual, si bien se veía que a los canarios les costaba ya aguantar el ritmo local. Además, apareció como en sus mejores tiempos la marea verde, espoleada por dos mates de showtime: Fran Vázquez por encima de Tavares con sus 2`20, y Caner-Medley desde la línea de fondo sin oposición. Ahí la diferencia ya superó los 10 puntos por primera vez en el partido. Y aunque los insulares no bajaron los brazos, la estelar aparición ofensiva de Urtasun, los buenos minutos de Hettsheimer y el ambiente ensordecedor del Carpena fueron barreras imposibles de superar para un Granca que no mereció perder de manera tan abultada por su gran temporada.
El éxtasis llegó al final, con todo el Carpena gritando Málaga, Málaga, Málaga, y con la mente puesta en esas semifinales que hace muchos años, demasiados, que no vivíamos en la Costa del Sol. El viernes a las 20.15 horas espera el Madrid. Esa será otra historia.