El delantero malagueño encuentra un nuevo destino en Primera RFEF con recuerdos boquerones. Antoñín buscará balones en Tarragona.
Empieza fuerte la primera semana de la temporada 2024-2025. Hoy, 15 de julio, los pupilos de Sergio Pellicer se someterán a la primera sesión de entrenamiento de la nueva campaña en el Estadio de La Rosaleda entorno a las 19:00 horas. Además, se ha dado a conocer la nueva ropa de entrenamiento que lucirán jugadores y cuerpo técnico en la temporada del regreso al fútbol de plata. Pero hay noticias que también son llamativas en cuanto al mercado. Al menos, interesantes o curiosas para el aficionado malaguista. Un exmalaguista como Antoñín, que estaba libre, ha encontrado un destino que los costasoleños tienen muy fresco.
El futbolista malagueño encuentra equipo tras su paso por el CD Lugo, conjunto en el que ha militado en la última campaña en el Grupo I de Primera RFEF. El jugador ha gozado de la suma total de 39 partidos en la categoría de bronce, pero en cuanto a las estadísticas no ha brillado especialmente. Tres goles y una asistencia es el resumen en cuanto a números del extremo. A sus 24 años firma por un Nástic de Tarragona que volverá a jugar en Primera RFEF tras el ‘Corderazo’ y lo hará por las próximas dos temporadas. El andaluz contaba en su contrato con una cláusula liberatoria en caso de no lograr el ascenso.
🆕 Antoñín, nova incorporació grana‼️
— NÀSTIC DE TARRAGONA (@NASTICTARRAGONA) July 15, 2024
🔊 Signa un contracte per dues temporades
👋 Benvingut, Antoñín!
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La regularidad es el bien más preciado que necesita encontrar Antoñín. En el año donde el Málaga CF estaba muy escaso de fichas, la campaña 2019/20, firmó cuatro goles y dos asistencias siendo un canterano. Lo dejaba todo en el campo, siendo un jugador muy insistente en el regate y en el desborde y con olfato de gol. Tal fue su irrupción que el potencial de Antoñín también se notaba en Primera División. En concreto, el Granada se hizo con los servicios del atacante. Una operación clave en lo económico en los blanquiazules en el mercado invernal del 2020, justo antes de que estallara la pandemia.
La operación entre malagueños y granadinos se cerró en 1,5 millones más variables. Un fichaje que no tuvo protagonismo en Granada. Diego Martínez contó muy poco con el extremo que sólo vistió la elástica del Granada en ocho partidos donde anotó un gol. Al año siguiente, el Granada compitió en la UEFA Europa League y los nazaríes decidieron cederle al Rayo Vallecano. Ahí volvió a tener un repunte. Dejó muy buenas sensaciones en el barrio de Vallecas. 6 goles en 26 partidos con el equipo de la franja que en esa campaña 2020/21 conseguía el ascenso a Primera División.
Esas buenas sensaciones en Vallecas abrían una posibilidad de que jugara en la élite. Pero el jugador era propiedad del Granada. El Rayo Vallecano optó por no ir de nuevo a por la cesión de Antoñín. Esto abrió las puertas del regreso a Málaga. El club de la ciudad de la Alhambra le cedió para la campaña 2021/22 donde el papel del extremo dio más que hablar por lo que sucedía fuera del terreno de juego que dentro. Un fichaje que acabó siendo muy criticado dentro de una temporada en la que el vestuario fue un polvorín. Tras ello, experiencias en Portugal y Chipre sin suerte.
