La salida de Roberto Fernández ya es oficial. El delantero se marcha al Sporting de Braga y deja en La Rosaleda otro club oficial de viudas con su traspaso. Se une así a otras salidas dolorosas para el Málaga CF y el malaguismo. Esta quizás lo haya sido menos, puesto que toda la operación ha sido muy rápida y se ha cerrado en cuestión de horas, como adelantó Radio MARCA Málaga. A lo largo de los años, el aficionado blanquiazul ha tenido que lidiar con el sentimiento de decir adiós, la mayoría de veces sin querer hacerlo. Willy Caballero, Camacho, Sandro Ramírez, los ‘Samus’ o Pablo Fornals son algunos ejemplos claros de era moderna. Por supuesto, nunca hay que olvidar a los que se marchan por motivos de edad como Weligton o Duda, cuyas salidas también tocaron la patata boquerona.
Si hablamos de salidas lacrimógenas, la de Samu Castillejo y Samu García al Villarreal es la top 1 sin dudas. Su famoso “no me voy, me venden” ya es historia del club. 17 millones de euros tuvieron la culpa de que ambos canteranos se marchasen al Villarreal. Una salida que provocó que la campaña de abonos “el sentimiento nunca muere” se transformase en “el sentimiento no muere, lo matan”.
Dolió también decir adiós a Willy Caballero. El meta argentino nunca quiso salir del Málaga CF. Sus frases en sala de prensa provocaron llantos y llantos entre la grada. “Me voy de un equipo donde fui feliz. Siempre me trataron fenomenal, como nunca me trataron en ningún lado», señaló. Nunca pudo volver, pese a que tuvo opciones serias de hacerlo.
Si ponemos un ejemplo de delantero, dolorosas en su día fueron las marchas de Catanha o Darío Silva, este último rumbo al Sevilla. También lo fue la de Sandro Ramírez. Este último no creó un vínculo especial con la afición, pero sus 14 goles en Liga dejaron huérfana a la delantera del Málaga. Muchos vieron, y lo hicieron acertadamente, el principio del descenso con su venta por seis millones de euros al Everton de Koeman. Pablo Fornals también se fue llorando en otro claro ejemplo de venta y salida dolorosa en las últimas campañas. La vida sigue y el malaguismo ya está acostumbrado a esto. A Roberto solo queda darle las gracias por todo y al sentimiento blanquiazul, mirar adelante. El de Puente Genil se une a otras salidas dolorosas para el Málaga CF y el malaguismo.