El Unicaja de Ibon Navarro, experto en saber sufrir. En el esquema y estilo de juego del técnico vitoriano entran muchos condicionantes, como puede ser el juego rápido, empezar el ataque a través de una buena defensa, etc. Sin embargo, este equipo ha demostrado ser capaz de recomponerse y de nunca darse por vencidos.
Orgullo y corazón
El ejemplo más reciente está en el último encuentro, el primer partido de la serie ante BAXI Manresa en el Carpena. Mucho tenía que cambiar en el último cuarto si el club de Los Guindos quería llevarse el primer partido de los cuartos de final de la Liga Endesa. Kam Taylor y Will Thomas seguían siendo los mejores cajistas del partido. El partido se decidiría en el último cuarto. 52-56. El Unicaja tardó en llegar pero llegó. Qué importante fue la presencia de su capitán, Alberto Díaz, para no solo darle la vuelta en el marcador, sino para arrollar al equipo dirigido por Pedro Martínez. 35-23 es el parcial que le permitió a los de Ibon Navarro llevarse el primer partido de la eliminatoria (87-79).
Pero no fue solo el pasado jueves, este tipo de situaciones lo llevamos viendo a lo largo de la temporada. Allá por el mes de noviembre, el Unicaja disputó una serie de encuentros en los que remontó a base de orgullo y corazón. Girona Basquet, Baskonia, Real Madrid… rivales complicados, además de jugarlo fuera de casa. En BCL también hemos visto este año partidos en los que el club de Los Guindos ha necesitado la épica para conseguir la victoria. Un ejemplo sería el encuentro de Round of 16 en Turquía ante Tofas Bursa.
Las palabras de Ibon tras la victoria ante los de Pedro Martínez lo dejó claro: «Ha sido una cuestión de orgullo y corazón, la grada nos ha apoyado muchísimo. Sin tener un gran acierto pues han aparecido jugadores. No hemos mejorado el nivel táctico en muchas cosas. Es verdad que la entrada de Sima y Tyson han sido importantes peor no hemos resuelto ninguna cuestión táctica. Ha sido más porque hemos encontrado una forma de jugar mejor ante ellos«.