No quedan muchas soluciones en la defensa malaguista. La baja segura de Einar Galilea por sanción, doble amarilla más que clara y de paso justificada, dejan el eje de la zaga hecho unos zorros. Pellicer tiene problemas ahí y en otras zonas del campo. Es el turno de Diego Murillo, que ya se perfilaba como posible titular en el duelo del domingo ante el Córdoba. El equipo malacitano descansa este martes y el central debe estar entre algodones para poder formar pareja en el centro de la defensa junto a Nélson Monte. Su compañero no para de lanzar bendiciones para un Murillo que tiene que terminar de graduarse en el campo del segundo clasificado.
El defensa portugués alabó al que será su compañero en el centro de la muralla en Can Misses. Murillo ha caído de pie entre el grupo de veteranos del vestuario malaguista. En verano pudo haber salido, pero finalmente optó por la paciencia y por no tener dorsal del primer equipo, luce el 25, y esperar. Su oportunidad le ha llegado en dos posiciones. La de lateral izquierdo con la baja de Víctor García, una de las posibles novedades en Ibiza, y la plaga de centrales (Moussa, Juande y ahora Galilea).
Pellicer tiene muy claro que cuenta con él y el rendimiento de Murillo ha sido óptimo este tiempo. Tanto en Liga como en Copa, sus últimos dos partidos, Murillo se ha lucido. Secando en Antequera a Loren Burón y en Barakaldo a Endika Buján. Dos extremos de la vieja escuela con velocidad y mucho regate. Pudo con ellos y ahora se enfrenta al reto de uno de los equipos más goleadores del campeonato en Primera RFEF. Bendiciones de Pellicer y el vestuario para un Diego Murillo al que de paso que mejor no le dé ni el aire estos días.
Pues que siga de titular y no le quite más y tengamos una defensa más segura.