La Copa del Rey mola. El eslogan no miente. Este torneo tiene algo especial que hasta para los clubes que son un desastre como nuestro Málaga, tiene su encanto. Desastre por lo de las frecuentes eliminaciones con equipo de inferior categoría, porque en Barakaldo el Málaga hizo historia. Mejor entrada al Nuevo Lasesarre desde que el campo gualdinegro se construyó al lado del antiguo en 2003. Alguno sigue diciendo que la Copa no vale para nada, que si la plantilla es corta, que si la lesión de Nélson y que todo está mal. El Málaga tiene la puñetera obligación de eliminar al Barakaldo de turno (Coruxo, Peña Deportiva, Escobedo.. etc etc). Por condición de categoría y por plantilla, presupuesto historia y todo lo que quieran más. A mí me mola la Copa del Rey, me molan las tandas de penaltis y me mola que el Málaga gane hasta a las canicas, así que todo bien.
El Málaga pasa la Copa para intentar dar alegrías a su gente, aunque sea desde los once metros en una tanda de penaltis con remontada. Hay que pasar la ronda para seguir viendo jugar a chavales como Santaella, Murillo, Cordero o Carlos López. Mención aparte para el portero que ha demostrado una personalidad brutal. Está enseñado y tiene cabeza, aquí hay portero para una década si no metemos la pata como habitualmente se hace.
Tirar la copa es de ‘tiesos’
Hay que pasar la Copa para que jugadores como Haitam, Bilal o Loren Zúñiga se vayan enganchando a tener minutos y partidos este curso. La Copa no se tira porque ahora con un poco de suerte podemos tener a un Primera en La Rosaleda. Las últimas veces que un equipo de Primera ha venido a jugar a Martiricos lo ha hecho para medirse al CD Rincón. Manda narices que haya que explicar todo esto. Tirar la Copa es de tiesos, es de equipo pequeño sin aspiraciones ningunas en la vida. Pues eso, a pensar ahora en el Córdoba y a aparcar la competición del KO hasta diciembre. Para que hemos pasado la Copa en el Málaga, pues para todo esto.
Pues claaaro