Miguel Torres: «Pedí al club que me defendiera y no fue así»

Este viernes se pasó por el micrófono rojo Miguel Torres. El ex jugador del Málaga CF y Real Madrid ha atendido la llamada de Radio MARCA Málaga en la previa del Málaga-Real Madrid Castilla. Miguel Torres: «Pedí al club que me defendiera y no fue así».

Actualidad del Málaga. “El destino te hace reencontrarse con la historia. El Málaga está en una situación diferente pero con un objetivo de ascender, en este caso a otra categoría diferente. El Castilla tiene jugadores casi en etapa de rendimiento y con proyección importante”.

“El Málaga tiene que estar en Primera y con posibilidad de luchar por Europa. Es un pensamiento lejano y difícil, sobre todo mantenerlo, pero es lo que debería estar. Para mí fueron años buenos donde competían de tú a tú a equipos grandes y así es como tiene que ser el Málaga. Ser un equipo de autor, donde sus jugadores se identifiquen con la ciudad y el juego que quieren sus aficionados”.

“Creo que el Málaga ha empezado una temporada de manera ejemplar, solo ha perdido un partido. El objetivo de unos 60 puntos para entrar en playoff lo puede conseguir”.

Visita a La Rosaleda con el Castilla. “Era un partido marcado en el calendario porque La Rosaleda es un escenario marcado y tenía muchas ganas de pisarlo. Había jugadores importantes también en ese Málaga como Jesús Gámez, Ballesta, Calleja… La nuestra fue una generación importante que tenía a Michel en el Castilla a su disposición. Llovió mucho, me gusta porque favorece el espectáculo. Los dos queríamos jugar y Salva se hinchó. Hubo muchos goles y fue un buen partido. Tuve un pique divertido con Salva. Jugué pocos partidos con el Castilla y ése sería de mis últimos antes de subir al primer equipo por las lesiones. Lo guardo con mucho recuerdo porque era la primera vez donde podía disfrutar de grandes estadios. Pude pertenecer luego al Málaga y he compartido buenos momentos con compañeros de aquel entonces”.

Aterrizaje en Málaga. “Estuve casi cinco temporadas en el Getafe. Aparece la posibilidad de irme a Olympiacos y con posibilidad de jugar Champions. Era un atractivo interesante pero empecé a tener problemas de lesiones. Rescindí y volví a España. Cuando vi que Jesús Gámez fichó por el Atlético de Madrid y le mandé un mensaje a Vicente Casado para trasladar la posibilidad. Habló con Husillos y me dijeron de ir para hablar. La conversación es clara y me dice que tiene dudas en el aspecto físico. Si quería aceptar el contrato más bajo podría entrar. Prioricé el aspecto deportivo y entré en la disciplina con un Javi Gracia que ha sido de los entrenadores con los que más he aprendido. Luego volvió a contactar conmigo Husillos para hacerme una renovación con salario más acorde al resto de jugadores”.

Situación complicada en Málaga. “Hay que poner en contexto. No tenemos el tiempo suficiente ahora. Estuve cuatro años con siete entrenadores distintos y no tenía un rumbo marcado. En 2017 tuve una operación y no pude hacer una buena pretemporada y eso coincidió con que tuvimos un inicio de año complicado. Cesan a Míchel y viene José González, luego hay bastantes fichajes en invierno. A eso se suma algunos medios de comunicación que querían hacer otro tipo de noticias y siempre estaba en cabecera cuando perdíamos. No era el momento para eso. Recuerdo una conversación en la que pedí que me defendiera también. A veces cuando perdíamos el club me usaba para dar la cara y cuando trasladé eso recuerdo como que demasiado tenían ya internamente como para hacer eso”.

“Tuve una conversación privada, me conocía bien por los años que tenía. Cuando se puede dudar por la profesionalidad de uno es más jodido. No el rendimiento, la profesionalidad. No he tenido ninguna multa ni ninguna charla donde se me echase algo en cara. Cuando eso no ha existido lo que decía es que si había alguna duda de mi predisposición que como yo he hecho salir alguien en defensa. Me contestaron que había muchos frentes abiertos internos y no se iban a poner a defender a ningún jugador”.

Salida del Málaga. “Tenía otro año de contrato y decidimos rescindir en 2018 y retirarme. Tenía claro que el fútbol no me iba a retirar, saliendo de Málaga no tenía ganas de seguir en otro proyecto. Decidí echarme a un lado y seguir con la formación. Hice varios ciclos como dirección deportiva, entrenador UEFA PRO, también un master de LaLiga para entender más la profesión”. 

¿Dónde te ves en el futuro? “Es una pregunta complicada porque no todas las estructuras son idénticas. Mi valor está en el conocimiento del fútbol. He podido aprender después. No quiero ser entrenador, tiene muy poca continuidad y se le da poco valor. Valoro mucho a la persona que quiere serlo porque tiene que sentirlo mucho. Me veo más cerca a una dirección institucional o general donde me den confianza”.

Pellicer. “El Málaga tiene un entrenador como Pellicer al que puedo identificar como un amigo. En fútbol formativo ya trabajaba y luego cuando subió podíamos coincidir en pensamiento. Se ha identificado con la ciudad y transmite bien. Me encontré con el equipo cuando viajaban a Castellón y conversé con Pelli y algunos miembros. Tenían mucha ilusión, pero también responsabilidad. El equipo ha sabido demostrar que sabe sobrevivir en estos partidos y es el equipo que ha encajado menos goles. Un equipo que quiere estar arriba tiene que encajar poco”.

Contactos posteriores con el Málaga. “No ha habido posibilidad tampoco conozco el proyecto a futuro. Tengo relación con gente de allí y escucho mucha preocupación e ilusión por devolver al equipo donde merece. Después de Madrid es la ciudad con mayor importancia, ojalá vaya el Mundial y el equipo esté donde merece para entonces. En base a mi futuro ojalá pudiera estar cerca del club algún día. Los cuatro años en Málaga fui muy feliz. Durante todo ese tiempo desconozco el motivo de ese ensañamiento que se tuvo conmigo”.

Mensaje al malaguismo. “No tengo que dar ningún mensaje porque no sé exactamente el motivo. Cuando fue el último partido fue porque Víctor Sánchez del Amo me pidió que saliera que era bueno para mí. Me dio esa posibilidad y se lo agradecí eternamente. No jugaba nada con Muñiz y Víctor quiso contar conmigo. Luego tuvo una conversación con algunos del Frente y Malaka y hubo una conversación donde llegamos a un acuerdo donde dijimos que estábamos para sumar. Me quedo con ese recuerdo. Me sentí muy querido, tengo premios de peñas también. Para todos los entrenadores menos para Muñiz fui un jugador útil”.

¿Te dio alguna explicación Muñiz? “No me dijo nunca nada, me gustaría que algún día lo contara. Tampoco pregunté porque jugaba a los entrenadores que sí me ponían. Acortó mis vacaciones para que fuera a Málaga para entrenar y estar bien para inicio de campaña. Me preparé y justo cuando empieza el equipo me dicen que tenía que seguir preparándome. Estaba un poco apartado con el adaptador. Empecé a entrenar al mismo nivel y en algunos partidos iba convocado, pero luego al llegar al estadio me desconvocaba. Era algo que nunca me había pasado. Recuerdo como algunos trabajadores me decían que en ese tiempo demostré cosas que no esperaban. No es fácil, pero los jugadores no somos iguales.

Mejor recuerdo malaguista. “No sé decir un partido, disfruté mucho incluso saliendo del banquillo. Lo más importante es sentirse útil y valorado por entrenador y compañeros. Con todo el respeto al Madrid y Getafe, Málaga ha tenido un sentimiento muy profundo en mí, también era más maduro y veía el fútbol de otra manera. Sobre todo recuerdo la etapa con Javi Gracia, éramos un equipo con identidad”.

¿Con quién vas el sábado? “Me encantaría que el Málaga ascendiera, porque lo deportivo necesita de alguna manera arrastrar a lo extradeportivo. Ahora mismo es donde mejor puede avanzar. Ir ganando partidos y luchar por ascender. El Castilla tiene de entrenador a Raúl que es de los entrenadores con más proyección en un equipo joven y con promesas. No era de regatear pero esta pregunta… (risas). Para Movistar analizo los equipos e intento ser justo con todos los equipos. Es difícil quien parte como favorito”.