El Unicaja y el efecto Sima. El pívot gerundense volvió de la lesión en el gemelo en el primer partido de la competición doméstica ante Lenovo Tenerife. En ese partido el ex de Manresa, entre otros, disputó sus primeros minutos con el Unicaja ya que no tuvo pretemporada.
La entrada de Sima en este nuevo Unicaja fue un efecto champán, ya que a raíz de ese partido, su nivel dio un pequeño bajón. Los siguientes enfrentamientos, ante Zaragoza, Valencia y Granca, se vio superado aunque con una ligera mejora progresiva. En el último partido liguero ante Joventut de Badalona y el de ayer ante Falco Szombathely, vimos al Yankuba Sima que el Carpena quiere ver. El pívot anotó 10 puntos con 100% de aciertos en tiros de campo y libres, 4 rebotes, 1 asistencia y 13 de valoración en 20 minutos. Unos números que corresponden a la mejor versión de Sima, la que vimos en la última parte de la temporada pasada.
El interior del Unicaja vuelve a ser fuerte
Si el Unicaja tenía un punto débil en este inicio de liga, era en el poste bajo. La fórmula de Dylan Osetkowski era un remedio casero, por lo que no podía perdurar en el tiempo. El rendimiento del californiano fue excelente en pretemporada, pero una vez empezó la competición doméstica, se vieron las costuras. La posiciones interiores del Unicaja vuelven a estar a punto, al momento de Sima se une el de David Kravish. Poco a poco se va reintegrando en un Unicaja que no empezó bien y que está levantando cabeza. Dos victorias consecutivas, mezclando Liga Endesa con BCL. El próximo viaje será al norte de España para enfrentarse a Baskonia. Otro rival histórico y que actualmente disputa la Euroliga, con lo que de seguro será, una vez más, un partido complicado para los de Ibon Navarro.