Ibon Navarro, la clave que devolvió al Unicaja a donde se merece. No pudo ser, el Unicaja se quedó a las puertas de conseguir la primer Supercopa en la historia del club malagueño. El equipo de Los Guindos compitió y le plantó cara a todo un Real Madrid a pesar de tener lesiones importantes en el interior. Aún así, hay que destacar el papel que jugó la afición en este partido.
No hace mucho el Palacio de Deportes Martín Carpena pasaba por un mal momento. La afición, descontenta por la situación deportiva del club, dejó de asistir con frecuencia al Carpena. Con la llegada de Antonio Jesús López Nieto y Juanma Rodríguez, todo cambió. Muchos aficionados fueron escépticos con la llegada de López Nieto a los mandos de un barco que se estaba hundiendo.
Pero entonces llegó Ibon Navarro. El técnico vasco cayó de pie en un equipo medio roto y sin rumbo. Con el paso del tiempo, el Unicaja fue mejorando y creó un estilo de juego vistoso y que en el Carpena creaba ilusión. El resultado es claro, campeones de Copa del Rey, semifinalistas en la Liga ACB, Final Four en la BCL y ahora subcampeones de Supercopa Endesa.
El Unicaja deja atrás esa oscura etapa y se une al club de los ‘contender’ de la liga española. Los de Ibon Navarro han conseguido ser uno de los rivales a batir la próxima temporada. Un juego que gusta e ilusiona, y que, encima, hace ganar partidos. El técnico vasco no ha dicho su última palabra, el equipo afronta una temporada en la que repetir los resultados de la anterior es muy complicado.