El Málaga pasó la prueba de fuego del verano. Los de Pellicer consiguieron vencer a un Antequera aún en construcción gracias a los tantos de Kevin y Loren en la segunda mitad. Más allá de los goleadores, hay que destacar al que precisamente asistió al delantero canario, Jokin Gabilondo. El donostiarra firmó, una vez más, un partido sensacional en el que mostró al malaguismo toda sus cualidades. Además, con la salida del campo de Juande en el minuto 80, fue Jokin quien lució el brazalete de capitán hasta el final del encuentro.
El ‘2’ malaguista fue el único jugador del partido que completó los 90 minutos de encuentro. Es un dato a tener en cuenta porque cualquier persona que viera solo la recta final del partido, pensaría que acababa de ingresar al terreno de juego. Gabilondo volvió a demostrar que es un auténtico portento físico. El jugador ofrece un despliegue al alcance de muy pocos laterales de la categoría y esa ‘gasolina‘ extra que tiene le hace diferencial.
Estuvo correcto en defensa sabiendo cubrir bien su espalda y apenas fue desbordado. En ataque demostró, otra vez, la cantidad de variantes que puede ofrecer doblando al extremo y centrando o con incursiones al área. Pudo redondear su buena noche con una asistencia tras botar una falta lateral que remató Loren. Este tipo de acciones colocan al lateral como el encargado de ejecutar el balón parado malaguista esta temporada.
Sobre la curiosa anécdota de que el jugador criado en Zubieta finalizase el partido como capitán habló Pellicer: «Ya tuve una reunión con los chicos. Ellos han decidido tres capitanes y yo decidiré dos. Jokin era el jugador que acababa el partido, aunque también transmite valor de energía. No hay que darle mucho más sentido a los capitanes. Tienen que ser todos en el campo, más allá de un brazalete. El capitán fuera del campo soy yo. Vamos a tener situaciones tranquilas. No hay que darle más trascendencia. Esa es la mejor situación, la gente se tiene que sentir identificada. Son los tres que llevan más tiempo en el club”.