Era el broche de oro de la planificación deportiva. Su aterrizaje suponía, en el papel, la llegada de un perfil de futbolista que podía dotar a este Málaga del centrocampista defensivo más diferencial de la categoría. Una pieza que en su primera etapa en el Málaga o incluso mirando más en el pasado, ofreció un gran rendimiento. Despliegue físico, potencia, gol, llegada y dotes de mando. Meses después, Pellicer sentencia al parisino. Con argumentos dentro y fuera del verde que le obligan a ello. Alfred N’Diaye, el ocaso de un fichaje estrella.
Su periplo por la capital de la Costa del Sol va a quedar marcada por el fracaso colectivo e individual. Con el pie y medio en Primera RFEF y su gran contrato hasta 2024, el curso que viene no será blanquiazul al activar su cláusula de liberación. No solo eso sino en lo que resta de temporada, salvo sorpresa mayúscula, verá a sus compañeros desde la grada.
Alfred N’Diaye y una temporada lamentable
La semana pasada se quedó fuera del encuentro ante Las Palmas al sufrir un síncope y pasar una noche en una clínica de Marbella. Por fortuna, todo quedó en un susto. El posterior incidente es el que marca su nuevo rol. El miércoles se ausentó, sin justificación aparente, del entrenamiento. Durante horas no estuvo localizable y generó un episodio de preocupación de nerviosismo al club y familiares. Pellicer tuvo una reunión con él y le dijo a la cara lo que pensaba. El futbolista se justificó con una confusión con el horario de entrenamiento, pero el club tomó medidas al no dar por válido ese argumento.
La primera medida de Pellicer fue la de dejarlo apartado en el entrenamiento y el siguiente paso es no contar más con él. «Este año el mayor enemigo hemos sido nosotros desde dentro. Hablé muy claramente con Alfred. Va a estar entrenando, pero no voy a contar con él. Hay que saber diferenciar entre lo personal y profesional, uno más, pero si tengo que buscar a los guerreros, no cuenta para el batallón«, aseguró ayer tras el encuentro ante el Levante.
Alfred N’Diaye vive ahora el ocaso de un fichaje estrella. Su año es el de un fracaso estrepitoso. Sin argumentos válidos en su defensa. Cero goles, cero asistencias, actitudes de encararse con aficionados al igual que Manolo Reina en Butarque, un estado de forma deplorable y hasta once cartulinas amarillas.
Una pena y una decepción N’diaye.
Podría haber sido ese jugador diferencial que tienen los grandes equipos de la categoría.
Que le ha ocurrido para que esté en este estado tan deplorable?. Problemas familiares,depresión?
No me gusta la complicidad que han tenido los medios de comunicación con los ataques que ha sufrido N’Diaye durante meses. Primero Pepe Mel humillándolo al calificarlo públicamente como un «gordo» (un caso de bullying, porque debía de haberlo hablado en privado). Después las burlas que tenido por parte de algunos periodistas, de cuyo nombre prefiero no acordarme. Tercero en Butarque según Público Radio Marca un audio de un aficionado que estuvo allí resulta que sufrió insultos racistas. A pesar de ello, nadie inició una investigación sobre ese hecho, ni nadie salió en su defensa. A habido una actitud bochornosa, linchando lo públicamente como una cabeza de turco. Por último el MALAGA no ha tomado medidas de castigo contra quienes han destrozado los partidos al auto expulsarse con actitudes violentas e inmadurasen el campo (Burgos, Luis Muñoz, Genaro y Juande). N’Diaye con kilos demás, era más efectivo en el centro del campo que esos jugadores que han destruido al equipo sobre el terreno del juego, sin haber sido señalados ni castigados. Una clara discriminación a la que prefiero no poner más adjetivos para que nadie se sienta ofendido.
Totalmente de acuerdo.
Joder de que ONG eres?
Estas actitudes recuerdan a la edad media, cuando se quemaba algunas personas en la plaza. Curiosamente, el MALAGA no ha tomado medidas contra esos jugadores que han roto el equipo partido tras partido provocando su expulsión. Ya lo avisó Juanje desde Radio Marca, que si no se tomaban medidas esto iría a peor. Y así está siendo.
Medios y aficion buscan ovejas negras cuando veo profesionales emocionalmente fragiles, jugadores clave no a la altura y un equipo mal planificado (sin laterales ni extremos).
Si 1/3 parte de la campaña contra reina y ndiaye se hubieran hecho hace 1 año contra antoñin y compañia, quizas no habrian echado a jose alberto, que desde entonces todo mal.
Pero que se yo.
Completamente de acuerdo. Se busca culpable, en singular, y nada de los que no dan la talla deportivamente (Genaro), los que se expulsan (unos cuantos, y los que han dejado de ser jugadores (veteranos y Luis Muñoz).
Conste que lo de fuera de forma de Ndiaye me parece de poco profesional, pero es que no es el unico culpable. Para mí el mayor responsable no está ya en el club, lodejó nada más terminar elercado de fichajes, sin poder reaccionar