Will Thomas, un asesino silencioso

El ala-pívot cajista demostró con su veteranía que es un pilar fundamental en este tipo de partidos

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Will Thomas intenta capturar un rebote | BCL

Y, una vez más, apareció bajó los focos Will Thomas. El ala-pívot del Unicaja partió de inicio en un partido que se preveía más fácil de lo que resultó ser. Su experiencia en los pabellones de toda Europa salió a escena nada más salir el balón de las manos del colegiado principal: Saverio Lanzarini. Al interior cajista le bastó con la primera posesión de su equipo (siendo exactos, 46 segundos) para sumar su primer rebote a su estadística individual; tras un intento desde la larga distancia de Tyler Kalinoski. Poco más de siete minutos necesitó para demostrar que sus ideas estaban claras ante el Limoges. Consiguió plena efectividad en sus tiros (1/1 en triples y 2/2 en tiros libres), además de un rebote y dos asistencias. Sin duda, el mejor de los locales al término del primer cuarto.

Cuando el de Baltimore se postuló como mejor jugador del encuentro, de repente, cayó en picado. Se volvió a abrir el telón del Martín Carpena para el americano, pero el final de esta función iba a ser muy distinto al de la inicial. Perdido, falto de ritmo y, sobre todo, superado por Wilfried Yeguete. Su némesis en pista olía la sangre en campo ofensivo. Tanto fue así que le provocó una acción de 2+1 al propio Thomas, que posteriormente se marcharía a su banquillo. Tiempo de reflexión el que tuvo el de verde y morado, pues el luminoso se estaba poniendo cuesta arriba.

Todavía no era el momento de sacar el as bajo la manga para Ibon Navarro, a pesar de que el resultado no era especialmente favorable. Esperó a los minutos finales del tercer período para introducir a Will Thomas, que con dos vistazos por el retrovisor asistió por partida doble a Kendrick Perry. He aquí uno de los detonantes de la remontada. El siguiente llegó con los movimientos de baile en la pintura del interior del Unicaja a Mathieu Wojciechowski. Infalible bajo el aro francés (consiguió ocho puntos, 4/4) y muy atentó a los rebotes ofensivos, terminó de sentenciar para los suyos la cuarta victoria en el Grupo K.

En definitiva, unos números y un trabajo de MVP. En poco menos de 24 minutos sumó para los malagueños 13 tantos, 5 rebotes y 5 asistencias. Will sabía de la dureza del partido, como reconoció en la rueda de prensa posterior al partido. «Sabíamos que si ganábamos íbamos a controlar nuestro destino«. Un destino que tiene nombre y apellidos: los cuartos de final de la Basketball Champions League.

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