El Unicaja se mete en la Copa por la puerta grande

Los verdes ya tienen ese billete matemático para Badalona después de desdibujar a un flojo Río Breogán (100-66); debutó Yankuba Sima en la enésima fiesta en el Carpena (9.296 espectadores)

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El Unicaja apalizó al Río Breogán / ACB PHOTO

Ya se puede decir con todas las letras: el Unicaja estará en la próxima Copa del Rey. Era virtual desde hace unas semanas, pero por fin se pueden omitir todas esas cábalas y cuentas habituales de estas fechas; se tenía pie y medio aunque había que finiquitarlo este sábado. Y cómo ha sellado el conjunto de Ibon Navarro su billete para Badalona. La enésima exhibición de la temporada en otra demostración de poderío (100-66). Le tocó a Río Breogán, uno de los mejores visitantes de la competición, caer rendido ese estado de éxtasis de los verdes. Ya se mira con el rabillo del ojo a ese torneo del ko… y por qué no soñar con algo grande viendo este nivel de baloncesto. Se tiene que decir con la boca pequeña porque aún resta un mes para la cita, pero es justificable hacerse ilusiones con este Unicaja, otra vez una apisonadora.

Habrá tiempo y espacio para hablar de esa Copa. Por el momento, se ha cumplido el primer gran objetivo de la temporada sin sufrir, una jornada antes de cerrar ese corte, algo de lo que suelen presumir los todopoderosos de la competición. Ese balance de 11-5 además mantiene a los verdes en esa reñida pelea con Lenovo Tenerife por la cuarta plaza, a la espera de cómo se resuelva el compromiso de los aurinegros en Zaragoza. Se dice pronto que con todo lo que ha tragado en las últimas fechas, el Unicaja tenga este panorama tan halagüeño y alentador. Inimaginable. Que el crecimiento no pare.

Precedido por la entrega de la insignia de oro a Rafael Jiménez, mítico gerente del club, el Unicaja firmaba un arranque con autoridad, empecinado en conseguir ese triunfo que asegurase la presencia en Badalona. Kravish era el eje del ataque, pasaban la mayoría de posesiones por el pívot estadounidense; pero ya con muchos jugadores aportando a la causa, esa coralidad manida desde principio de temporada, esta tarde de forma acentuada. 16-9 de salida y un conjunto malagueño superior a un Río Breogán de Mrsic, aplaudido por el Palacio, algo acongojado sobre el parqué, por mérito de los locales. Un auténtico ciclón el Unicaja en un primer cuarto encomiable, que cerraba Osetkowski con un triple después de un gran pase de Brizuela (27-15).

El californiano daba el pistoletazo al segundo cuarto de la misma manera, al igual que se mantenía esa energía que atosigaba a los gallegos. No bajarían el listón los de Ibon Navarro, más frescos que en los últimos compromisos en el Palacio. A 7:12 para el descanso entraba Yankuba Sima, algo más de 24 horas después de aterrizar en Málaga; con todo a favor porque el Unicaja seguía aumentando la ventaja (36-17). Solo el gerundense y Kalinoski, ex de Breogán, estaban en blanco en cuanto a la anotación. Eso es el Unicaja. No podía escoger Sima una mejor primera canasta el Unicaja, con un alley oop a aro pasado y tiro libre adicional, que falló; hasta en esa faceta se parece a un Lima que estaba en el banquillo.

Los verden mantenían esa inercia positiva hasta el descanso, ya con todo prácticamente resuelto (53-27), en un ambiente festivo en el Carpena, hoy con 9.296 espectadores, espectacular entrada de nuevo, pero sobre el parqué un aire desangelado porque el dominio del Unicaja era aplastante. No compareció un Río Breogán que se había mostrado tremendamente fiable lejos del Pazo: 5 victorias y dos derrotas. Hoy se estaba llevando un rapapolvo. 71 de valoración ya en la cuenta de los malagueños y los doce jugadores con al menos un punto en su casillero. Difícil mejorar las prestaciones hasta ahora.

El partido iba cogiendo tono de correcalles, estaba dispuesto el Unicaja a aceptarlo porque rebosa talento la plantilla verde. Mantenían los malagueños esa renta, casi por naturalidad porque los lucenses habían entregado la cuchara desde hace rato. Osetkowski aprovechaba esa alegría para firmar cifras notables, el de San Diego anotaba triples mientras Mrsic bufaba en la banda (65-39, 5:09). Su equipo no era capaz de maquillar algo el marcador tras acabar el tercer cuarto (74-48). Se lo pasaba bien la gente pese a un partido con aire de bolo. Estaba al caer esa foto de familia con el billete copero.

Con el único aliciente de saber en la diferencia final, Ibon Navarro daba entrada a Sima; el que más podía agradecer estos minutos por su inactividad en Venezia. El Carpena hacía la ola, un tsunami porque se fueron sucediendo con el paso de los segundos. Barreiro ponía otra máxima en el marcador a 6:30 para el final (83:52), otro buen botín además para el average. Producía el nuevo fichaje de los verdes, firmando un debut muy digno teniendo en cuenta el contexto. Con cánticos en la grada de «A la Copa...», el Unicaja llegaba a la centena justo al final (100-66).

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