El 2022 será recordado como un año calamitoso para el Málaga CF. Apenas alegrías y una infinidad de tristezas en doce meses tormentosos, prácticamente un alivio que se marche por tantas estampas y situaciones desagradables. Este es el resumen del año en el club de Martiricos.
Enero: Destitución de José Alberto López
José Alberto López firmó su sentencia después del 0-5 ante la UD Ibiza; una derrota dolorosa, no por el resultado, sino porque supuso prácticamente el divorcio de la grada con un conjunto blanquiazul que se había mostrado fiable en la primera fase de la temporada en Martiricos. Por petición popular, Manolo Gaspar decidió prescindir de ‘su’ entrenador. El equipo se encontraba decimocuarto en la clasificación con 31 puntos. Un balance de ocho victorias, siete empates y nueve derrotas. Su sustituto iba a ser Natxo González.
Febrero: Vestuario indomable y un Málaga en caída libre
Crecía el ambiente díscolo en un vestuario que no tenía la capacidad de revertir la situación. Estallido del caso Antoñín, donde el club no supo gestionarlo, y un Málaga que seguía cuesta abajo y sin frenos. Debuta Natxo González en Anduva con un tropiezo. Un partido que antes de arrancar ya pintaba mal (3-0). Dos derrotas y dos empates en febrero, poco a poco asomándose al precipicio.
Marzo: Se certifica el fracaso de Natxo González
El Málaga gana en Amorebieta, pero luego encadena cuatro partidos sin ganar: un empate y tres derrotas. Despedido Natxo González tras perder en Girona. Su carácter apacible y supuesta experiencia no surtieron efecto, nunca fue aceptado por su condición de desconocido. Dos meses de hastío y aburridos, por qué no decirlo. Los blanquiazules necesitaban otro perfil. Tercer entrenador y un sinfín de dudas.
Abril: Llega el ídolo Pablo Guede
Llega Pablo Guede a modo de salvador. Tarde o temprano tenía que consumarse su regreso. No era el contexto ideal, pero el argentino decidió aceptar por su corazón blanquiazul. Todo era color de rosas su llegada, pero el problema quedó demostrado que no era en el banquillo. Carisma, sentimiento y pasión; todo lo contrario a sus predecesores. Sin embargo, los resultados tampoco terminaron de llegar. Una victoria (en Leganés) en cuatro partidos; en lo futbolístico no existían avances.
Mayo: Permanencia agónica, y firme apuesta por Pablo Guede
El Málaga consiguió la salvación gracias al demérito de rivales directos. Pocos goles se celebraron tanto la temporada pasada como el de Juan Carlos, jugador del Huesca, al Sanse en El Alcoraz; mientras el Burgos hacía trizas La Rosaleda. Fue un final feliz, aunque no evitó que la grada abroncara al equipo. Clave la victoria anterior en Tenerife. En definitiva, dos victorias en ocho partidos con Guede, suficientes para lograr una permanencia agónica. El club decidió darle las llaves del nuevo proyecto.
Junio: Espaldarazo de las instituciones para optar al ascenso
«En próxima modificación presupuestaria el Ayuntamiento va a incluir 1.500.000 euros, además del IVA, a favor del Málaga para ayudar a que el club consiga un incremento en ingresos de tres millones en colaboración público privada que permita aspirar a subir a Primera división». Eran las palabras de Francisco de la Torre, alcalde de la ciudad. No había excusas en verano. El primer edil fue el primero en mencionar un posible ascenso. Se avecinaba un verano divertido e ilusionante.
Julio: Fichajes ilusionantes, pero una pretemporada extraña
El Málaga CF se convertía en la envidia de la Segunda División. Fichajes que pusieron patas arribas la ciudad, desbordada de ilusión: Rubén Castro, Fran Sol o Álex Gallar. El club también apostó por Antonio Tapia como mano derecha de Guede; el camino parecía el idóneo pero sobre el césped arrancaron las dudas. Un Málaga que no arrancaba en pretemporada. Viendo precedentes, pocas conclusiones se podían sacar, aunque a la larga era un aviso a navegantes.
Agosto: De las dudas al desmoronamiento del proyecto
Manolo Gaspar ponía el broche a la plantilla con Villalba o N’Diaye… pero se carecían de extremos; ya era evidente en agosto. La derrota contra la UD Las Palmas fue un golpe durísimo, del que luego no hubo reacción. Se ganó al Mirandés, una de las últimas páginas de Pablo Guede en el banquillo y nuevamente cambio de entrenador.
Septiembre: Adiós Guede, hola Pepe Mel
Guede se despedía después de perder en Tenerife, lo que suponía el cuarto entrenador del Málaga CF en ocho meses. Esta vez una apuesta más contrastada: Pepe Mel, que iba a liderar el proyecto en verano, se convierte en el responsable con gran parte de la temporada por delante. Llega con todo en contra: malos resultados, una plantilla demasiado definida a Guede y la antítesis de lo que el madrileño pretendía… y lesiones. Muchas lesiones. Arranca con tres empates.
Octubre: Declaración de Al-Thani y palabras de José María Muñoz
Un mes malo de resultados: una victoria, dos empates y tres derrotas. No obstante, lo más reseñable de noviembre iba a ser la declaración telemática de Al-Thani y sus hijos. La familia se declaraba inocente y solo hubo respuestas a las preguntas de su abogada. Además, José María Muñoz hacía balance en la Juan Cortés de La Rosaleda en una rueda de prensa tensa… y con poca autocrítica.
Noviembre: Crisis de resultados e inmersos en descenso
No conseguiría este Málaga CF arrancar, tampoco con Pepe Mel en el banquillo. Derrota en Cartagena, empate ante el Sporting y una permanencia cada vez más cruda, a más de un partido de diferencia. Se gana a la Peña Deportiva en Copa por penaltis, pero el foco estaba sobre La Romareda y frente a la Ponfe, las primeras dos ‘finales’ de la temporada. Un empate milagroso y un triunfo ante los del Bierzo.
Diciembre: Atisbos de mejoría, pero nueva decepción copera
Empieza haber síntomas de crecimiento en los blanquiazules. Se hacen partidos dignos ante dos colosos como Levante y Granada, derrota por la mínima y empate, respectivamente. Dolorosos los dos puntos que se dejan escapar en Ibiza y una victoria convincente ante el Alavés antes del parón liguero, a solo dos de la permanencia. En Copa, nuevo fracaso al caer en Tarragona hace unos días pese a que Pepe Mel fue con todo lo que tenía.