El Unicaja no pudo firmar ese 6-0 en BCL. A los verdes se le aparecieron los fantasmas del Palau y cerraron la fase de grupos con una derrota en el casillero (82-92). Ibon Navarro salió a pista con un quinteto muy físico: Kendrick Perry, Tyson Carter, Jonathan Barreiro, Will Thomas y Augusto Lima. Por parte del conjunto de Piero Bucchi, entraron de inicio Eimantas Bendzius, Jamal Jones, Filip Kruslin, Gerald Robinson y De’Shawn Stephens.
Los primeros minutos sobre el parqué indicaron la dinámica que iba a tener el encuentro. Un Unicaja muy centrado, con las ideas muy claras, asfixiaba en todo momento al Dinamo Sassari. La mejor versión de Jonathan Barreiro salió a relucir en el Martín Carpena: con tres jugadas de tres puntos obligó a los italianos a parar el vendaval anotador cajista (1T: a falta de 6:20, 15-4). El entrenador italiano dio un toque de atención durante el tiempo muerto, el cuál llegó a la perfección a sus destinatarios. De esta manera, Chris Dowe se cargó a su equipo a la espalda y redujo diferencias con un triple sobre la bocina (28-21).
El segundo cuarto tuvo protagonistas del fondo de armario de sendas plantillas. Melvin Ejim y Dylan Osetkowski, últimos en obtener minutos, entraron para dar frescura en ambas partes de la pista. Las pérdidas y las malas decisiones en campo ofensivo hacían de este un período atípico, al que se sumaron varias polémicas faltas sancionadas. Tanto Ibon como Piero llegaron a vestuarios con un aviso de falta técnica. Y, en cuanto al marcador se refiere, el mismo dominador. El cuadro de la Costa del Sol se marchó con una ventaja de once tantos de diferencia.
La vuelta al parqué tuvo un único equipo en pista. El Dinamo Sassari ponía en más de un aprieto a los jugadores locales. Pérdida tras pérdida, y cegados de cara al aro, obligaron a Ibon Navarro a sentar a su quinteto en pista. Tras varios toques de atención del técnico verde, la mejor versión de Jamal Jones salió a relucir, y con ese ‘picorcito’ en la muñeca empató la contienda (3T: a falta de 4:05, 60-60). De la misma manera, Darío Brizuela sacó carácter y veteranía cuando su equipo más lo necesitaba y devolvió una ligera renta en el luminoso (70-63).
Los últimos diez minutos se preveían intensos. Y así fueron. Gerald Robinson puso por primera vez a los mandos del choque al Dinamo Sassari. Dos puntos del base estadounidense que Ibon no iba a pasar por alto, gastando su segundo tiempo muerto. Los verdes pasaron por uno de los baches que tarde o temprano llegarían en la temporada. De’Shawn Stephens, con una bandeja, conseguía la máxima diferencia para los de Bucchi (4T: a falta de 2:27, 78-84). Las prisas y los fantasmas del Palau aparecieron en los últimos segundos en el Martín Carpena, sentenciando el partido en favor de los italianos (82-92).
El Unicaja pasa de ronda, sí. Pero no con el sabor de boca que les gustaría a los 6.023 aficionados que estuvieron presentes en el Martín Carpena. Borrón y cuenta nueva es lo que tendrán que hacer los chicos de Ibon Navarro en la próximas horas. No obstante, los de verde y morado pasan como primeros de grupo al Grupo K del ‘Round of 16’, donde se verán las caras con el Galatasaray Nef (primer clasificado del Grupo C).