Carlos Cabezas fue uno de los grandes invitados del programa especial en McDonalds.«Es una causa importantísima para la fundación Ronald McDonald. Es un placer estar en esta casa con vosotros y más por esta causa», decía el embajador del Unicaja, quien también repasó el buen momento que vive el conjunto malagueño.
«La verdad que se está haciendo un trabajo, de la mano de Ibon, espectacular. Siempre se dice que tiene que haber un tipo de aclimatación después de tantos cambios en verano. Pero todos se han aclimatado hasta ahora de la mejor manera posible. Estén llegando los resultados, tanto en Liga Endesa como en BCL, el primer objetivo de la temporada… a seguir. Queda mucho. Trabajando con humildad, todavía con muchas cosas por mejorar, pero cuando se gana y se consigue una racha de partidos así, todo es más fácil».
Un futuro prometedor: «Sería fantástico ponernos como cabeza de serie: entre los cuatro primeros. Conseguimos un triunfo en La Fonteta de prestigio, y ahora tenemos a un Casademont Zaragoza cambiado con Porfirio Fisac. Seguramente va a venir al Carpena con trampas, pero estamos en un buen momento de confianza, con todos los jugadores aportando; sobre todo los últimos donde Jonathan y Will han dado un paso tras contar con menos minutos. Perry tras el parón ha venido muy bien. No podemos pedir más. Que haya salud, sigan los jugadores como están, y se mantenga el hambre en los doce jugadores».
«Es verdad que esperábamos algo más de tiempo por los nuevos, pero es verdad que se han competido todos los partidos, hasta los que se han perdido. Al final te genera optimismo. Ha habido hasta partidos que no hemos estado tan bien, pero acabamos ganando. Estamos en la ruta de viaje, bien, clasificados en BCL; en una buena posición para estar en la Copa. En esta Liga Endesa te puede ganar cualquiera si no estás concentrado. Dijon venía de ganar en Euroliga, en un buen momento, así que el triunfo es importante para seguir creciendo. El equipo reaccionó muy bien después del parón, nos crea optimismo; y lo que tenemos este año que no se tenía en otros años son los doce jugadores. Hay hambre y los minutos están caros, bien consagrados los roles; un trabajo fabuloso de Ibon y todo su equipo», explicaba Carlos Cabezas.