El Obradoiro tendrá novedades en la cita de este sábado frente al Unicaja. Los gallegos, después de cuatro derrotas seguidas, recuperan a dos piezas muy importantes tras el parón de Ventanas FIBA: Leo Westermann y Marcus Paige. Junto con Drag Bender, los fichajes de más renombre el pasado verano en Santiago; sin olvidar a David Walker. Moncho Fernández cuenta con una plantilla que, por potencial y talento, debe aspirar a algo más que a la permanencia. De momento, un balance de 2-5 que le deja en tierra de nadie; ya lejos de los puestos de Copa.
El base cerebral belga, un clásico de Euroliga en la última década, ha dejado atrás unos problemas de espalda que le han dejado fuera casi un mes, concretamente desde el 23 de octubre; por lo que no pudo jugar ante Granada y Gran Canaria, ambos resueltos con sendos tropiezos. Promedia hasta entonces 5,6 puntos; 3,6 asistencias y 7,1 de valoración.
Por su parte, Marcus Paige, con pasado NBA, arrastra una luxación de hombro, que le ha hecho perderse hasta tres compromisos en ACB. «Todos están bien. Hemos entrenado con normalidad, la primera toma de contacto todos juntos. Entrenaremos este viernes y esperemos que todo vaya bien. Lo más importante es que Leo ha hecho trabajo con normalidad, de forma progresiva, y desde el inicio de semana ha estado con el resto. Las sensaciones han sido buenas. Lleva semanas fuera pero estamos contentos con su evolución. Hemos tenido tiempo también de incorporar a Marcus, poco a poco mejorando su estado de forma y técnico», decía Moncho Fernández este jueves.