Yannick Nzosa sufrió el pasado 14 de septiembre una rotura miofribilar de los isquiotibiales de su pierna izquierda; por lo que aún no se ha podido estrenar con el Coosur Betis. Sin fecha concreta para su vuelta, el congoleño entra en la última fase de recuperación, aunque habrá que esperar algunas semanas más. En el mejor de los casos, el canterano cajista se estrenaría tras el parón de las Ventanas FIBA, durante las últimas semanas de noviembre; según las estimaciones de la entidad sevillana. No estará por lo tanto este domingo en el Carpena.
El Unicaja está al tanto de cómo va evolucionando el de Kinsasa; un jugador del que se confía que pueda desarrollar su potencial sin ese ruido mediático que existía en Málaga. Una losa que ha derivado en lesiones por estrés. Una vez recuperado, con un Luis Casimiro que conoce muy bien las condiciones del pívot, hay razones para ver a un buen Nzosa en la 22/23. En Sevilla hubo un gran interés en verano por conseguir su cesión, recordemos codiciado por lo que ya había demostrado con los verdes; además por ser elegido en el Draft este verano, un hecho que inevitablemente sube el caché de un jugador joven.
El Coosur Betis llega a la capital costasoleña con un balance de 1-4; necesitado pues de sumar un triunfo para ahuyentar la zona baja. Un proyecto que aspira a estar más arriba tras el esfuerzo que se hizo en los meses estivales, con la renovación de Shannon Evans, de nuevo en modo MVP de la Liga Endesa, como piedra angular del conjunto hispalense. Se rumoreó hace unas días con una salida precipitada al Real Madrid. Se quedó ahí. El que seguro seguirá es Nzosa, aunque toca esperar para verle sobre el parqué.