Es otra de las señas de identidad del técnico madrileño. A lo largo de su carrera ha dado la alternativa a jugadores como Ceballos, Pedri, Fabián, Vadillo o Fede Valverde. En Málaga tampoco ha dudado. Para muestra un botón. Su partido de estreno en el banquillo ante el Villarreal B, le dio minutos a Moussa Diarra y Murillo. En Santander también jugó Haitam o el centrocampista marbellí Dani Lorenzo. En definitiva, Pepe Mel mira hacia abajo. La experiencia me avala. Si hay chavales de 17 años que tienen que jugar, van a jugar, así de rotundo se mostró en sala de prensa.
Recientemente tuvo en el entrenamiento de este domingo a más elementos de La Academia. Pese a jugar el filial el mismo día ante el Torreperogil, el entrenador del Málaga CF optó por ver in situ y trabajar con Issa Fomba, otro de los pocos extremos que hay en la plantilla, con Ángel Mateo, lateral derecho del Atlético Malagueño y al ya mencionado Haitam.
De momento, otros jugadores como Bilal, Pablo Arriaza o Recio esperan su turno, pero son habituales en las sesiones de entrenamiento con la primera plantilla al igual que Carlos López. Un Pablo Arriaza que incluso viajó a Santander en la lista que ofreció en la previa en el Sardinero y que acabó siendo titular en La Rosaleda al igual que Víctor Olmo o Murillo. Dos habituales también con ‘los mayores’ y que por desgracia acabaron lesionados.
Pepe Mel sigue mirando abajo. Con la plantilla descompensada y con el mercado cerrado, las otras alterativas tienen que salir de abajo o bien que otros profesionales den un paso adelante.
Pues a trabajar con la cantera que para eso estan. Y los profesionales que espabilen y den un paso al frente demostrando lo que son.
Lo primero y principal es un director técnico Manolo Gaspar es lo peor de la historia del Málaga, y eso que los hemos tenido malos
Esto demuestra que el plantillón que nos vendió Manolo Gaspar es más humo que realidad. Un fracaso. Los canteranos son una buena noticia y al menos aportan juventud e ilusión. Estamos en una situación precaria y jugando con el abismo. Habrá que rezar al Cautivo que haga el milagro.