Pablo Hervías fue una de las grandes novedades en el once inicial de los blanquiazules ante el Villarreal B. Un hecho que no vivía el propio futbolista desde hace más de un año. Así lo reconoció en sala de prensa. El extremo riojano no escondió sus sensaciones vividas. Al contrario fue claro y reconoció que estuvo ligeramente nervioso. Desde hace 16 meses no era titular. Desde el tema de la rodilla solo pude jugar seis partidos. Estaba un poco inquieto después de tanto tiempo. Quería hacerlo bien, dijo el jugador.
Con la llegada de Pepe Mel al Málaga CF se abre un nuevo escaparate para los extremos puros en la plantilla. Para muestra un botón y ante el Villarreal B, el madrileño alineó tanto a Álex Gallar como al propio Pablo Hervías. Autopistas en los costados, un mayor orden táctico y presión. Una hoja de ruta inamovible para el preparador madrileño.
No hay que obviar que el estado físico de Pablo Hervías no es el óptimo, pero poco a poco engrasa la maquinaria. El cuerpo técnico es paciente y prudente con el exjugador del Real Valladolid después de tanto tiempo de inactividad. Su rendimiento no desagradó con el paso de los minutos. Fue de menos a más. Ese nerviosismo hizo acto de presencia en los primeros compases del partido donde anduvo algo desdibujado. Su rendimiento mejoró en la segunda mitad, trabajó de lo lindo, y le brindó un gol en bandeja a Rubén Castro.
Santander puede ser el epicentro de la continuidad de un Fran Hervías que avanza a fuego lento y que tiene ahora la presión añadida de Haitam. El marroquí espera su turno.
