Alberto Díaz y Brizuela no estarán en plenas condiciones para jugar mañana ante el Den Bosch. La carga física y emocional en ambos es palpable, normal ante toda la vorágine que ha supuesto ser campeones de Europa hace apenas cuatro días. Se contaba en Los Guindos con las limitaciones de dos piezas clave en la plantilla. Ibon Navarro pide paciencia para evitar percances graves, el mensaje más repetido en las semanas de pretemporada.
«Están hechos polvo. Cuando se pasa el subidón, viene todo. Ayer no completaron el entrenamiento, por cuidarlos, y para que vayan haciendo carga progresiva. Y hoy ya si tocará preparar el partido de mañana. Que traigan todo su energía positiva que tienen, que nos vendrá bien, pero teniéndolos entre algodones. Pero con cuidado porque llevan casi 40 días sin un entrenamiento vendado de ritmo: han preparado partidos y recuperar… Hay que ser listos y recuperarlos, y sobre todo muy orgullosos de que estén ya aquí«, reconocía el técnico esta mañana en sala de prensa.