El encuentro del Málaga en Tenerife trae de manera ineludible el recuerdo del triunfo de los blanquiazules el curso pasado. Los goles de Vadillo y Febas daban la última victoria de la temporada 2021/2022. Supuso un paso de gigante para certificar la permanencia, pero luego se sufrió de lo lindo. Gracias a los errores ajenos, el conjunto malaguista se quedó en la categoría. Este lunes vuelve a las islas. Con una situación crítica y con la última bala o la última pizarra de Guede.
El fútbol no tiene memoria. Fue hace cuatro meses cuando los de Pablo Guedes ganaron a los de Ramis por 0-2. Ahí dieron un paso de gigantes para la salvación. Ahora, el Málaga acude a Tenerife con una situación difícilmente reversible para su entrenador. Y es que aun ganando en la isla, la zozobra puede quedar no zanjada. Una victoria calmará ligeramente unas aguas que vienen convulsas por parte de la afición.
No parece suficiente con ganar, pero es evidente que el camino se allana. Eso sí, la afición quiere más. Por plantilla y por objetivos marcados. Las instituciones también esta semana hablaron de la crisis de resultados. El alcalde, Francisco de la Torre, fue más ‘beligerante’ y pidió reacción a los estamentos de club, mientras que Francis Salado, presidente de la Diputación pidió paciencia y ofreció ‘un último gesto’. Todo el malaguismo anda expectante. Puede ser la última alineación de Guede, la última convocatoria o la última crisis y el comienzo del despegue.
No se ve con ilusión este partido, ni desde la primera derrota, es verdad que el entrenador tiene mucho que ver, y que se haya caído la defensa (mala potra), pero si la actitud de los jugadores no es la mejor y actúan a una como un equipo, no hay nada que hacer, y sino hay sacrificio y solo individualidades, no hay nada que rascar
No veré esta vez, como la pasada el partido
Es una pena que nuestros colores estén por el suelo y no haya un atisbo de ilusión…estamos en un apagón