España da un paso más. Victoria sufrida ante la anfitriona, Georgia, y se acerca a la siguiente ronda (octavos de final). Sergio Scariolo hizo un único cambio en su quinteto de gala del primer partido: Lorenzo Brown, a los mandos del equipo; Xavi López-Aróstegui y Joel Parra (este último entra en sustitución de Jaime Fernández); y la pintura la compartieron los hermanos Hernangómez.
El partido se preveía bastante más complicado que el del jueves ante Bulgaria. Y así fue, hasta el tercer cuarto. El combinado georgiano, con un viejo conocido de la Liga Endesa como organizador (Thad McFadden) apretaba en el primer cuarto. Y, no contentos con su solidez en el rebote, también se hacían de notar los centímetros de Gio Shermadini en la zona. Pero España también derrochó calidad, y sino que se lo digan a Alberto Díaz. Un triple del pelirrojo de Los Guindos, sobre la bocina del primer período, puso por delante a la ÑBA (16-18). Georgia no barajaba la opción de achicarse ante la última campeona del mundo. Así lo demostró Rati Andronikashvili (que mostró su verticalidad al aro tres veces consecutivas). Pero la constancia de los españoles primó antes de irse a vestuarios.
La pareja de hermanos volvió al parqué ofreciendo su mejor versión. Y, tras una antideportiva a Willy, el marcador se distanció levemente. Pero hubo un punto de inflexión en este enfrentamiento, la entrada de Alberto Díaz en el tercer cuarto. El base del Unicaja, con su habilidad defensiva, sentenció a la anfitriona. Ya con ambas selecciones pensando en los próximos partidos, los entrenadores optaron por dar descanso a sus principales figuras. Los últimos diez minutos sirvieron para rotar, antes de que el conjunto visitante se hiciese con la victoria (64-90). En el caso de España, mañana (domingo 3 de septiembre) se verá las caras a las 16:00 ante Bélgica.
