Rubén Castro y sus primeros picotazos sin veneno

El delantero canario gozó de dos buenas oportunidades de gol, pero se encontró un colosal Caro entre palos

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Rubén Castro, incrédulo al pitar el colegiado fuera de juego en una acción contra el Burgos | LaLiga
Rubén Castro, incrédulo al pitar el colegiado fuera de juego en una acción contra el Burgos | LaLiga

Más ganas que él y el propio malaguismo, pocos tienen de ver a Rubén Castro perforar la meta rival. El delantero canario dejó picotazos sin veneno en el Plantío. Destellos y gestos técnicos que permiten ver que este año hay un delantero con ese picorcito propio de las grandes noches. Sin firmar un encuentro notable, tuvo en sus botas tres buenas oportunidades de gol.

La primera acción estuvo invalidada por fuera de juego, pero Rubén Castro secó a su defensor, recorte y disparo con la pierna izquierda que repelió el héroe de los buragaleses. Caro sacó una manopla y evitó una acción que no valía. Minutos después, otra más del portero. Málaga entera vio el primer tanto del nuevo delantero, pero otra vez el cancerbero enfadó a los blanquiazules. Rubén Castro recibió el balón dentro del área. Mano a mano y en una zona donde no suele fallar. Tras una buena combinación con Febas, el delantero orientó su golpeo a la pierna derecha. Caro se hizo gigante.

En la segunda mitad dispuso de otros picotazos, ambos sin veneno. El primero fue un buen lanzamiento cruzado que pasó cerca de la meta del Burgos. El mejor, casi sobre la bocina. Aleix Febas fabricó con fortuna una gran acción. Llegó a línea de fondo levantó el periscopio y sirvió en bandeja la pelota a Rubén Castro. El malaguista remató de primeras, pero volvió a encontrar con un muro gigante. Caro y su mano salvadora impidieron que el Málaga rascara finamente un punto en el Plantío.

La lógica y su rendimiento en las últimas campañas hacen pensar que esos futuros picotazos acabarán dejando víctimas por el camino. Tiempo al tiempo.

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