Fueron 42 jornadas y en el telón final se firmó el decimonoveno fracaso de un año futbolístico digno del negro que lució el Málaga en Lugo. El dato habla por sí solo: el conjunto boquerón se ha quedado a dos partidos de perder la mitad de la temporada. Una larga lista de motivos que no cesan son los que justifican el 18º puesto con 45 puntos, lo que en una campaña «normal» no te salva del descenso ni en la simulación de los videojuegos.
Dicha culpa cae sobre la conciencia de tres entrenadores y una plantilla que no ha estado a la altura salvo en momentos concretos del curso. Un total de once victorias -la última en La Rosaleda fue allá por noviembre, ninguna en los cinco meses que van de 2022-, doce empates… y el pésimo registro de 36 goles a favor -ni el digno promedio de una diana por partido- y 57 en contra -la sexta peor marca con partidos por disputar todavía-. Es más, el pozo se ha quedado finalmente a dos puntos de distancia. ¿Qué hubiese ocurrido de no ser por el Huesca? Mejor ni pensarlo.
La imagen del Anxo Carro fue el fiel reflejo en el espejo y el lavado de cara tiene que ser total y absoluto en todas las parcelas de Martiricos. Hay jugadores que no volverán a vestir la elástica boquerona entre cesiones caducadas y contratos sin renovar, por lo que Manolo Gaspar tendrá trabajo en La Cueva próximamente. El de Galicia fue el decimonoveno fracaso del Málaga 21/22 y la mejor noticia que se puede contar… es que la afición se despierta ya de la pesadilla.
Una derrota más para la desastrosa temporada. Vergüenza le tendría que dar a estos pseudo profesionales de volver a pisar la Rosaleda. Os estáis cargando a los aficionados. Que asco de temporada.