Historia del fútbol sala malagueño, historia del fútbol sala andaluz e historia del fútbol sala nacional. El UMA Antequera jugará la final de la Copa del Rey tras vencer contra todo pronóstico al Industrias Santa Coloma por tres goles a uno. Los de Tete y Crispi remontaron el tanto inicial de Sepe en un despliegue de fe y físico sin precedentes. Cobarro, Óscar Muñoz y Burrito apuntaron su nombre en la tabla de goleadores, pero sería injusto destacar a alguien en el cuadro malagueño donde desde Conejo a Alvarito brillaron todos los que pisaron la pista con la elástica verde.
Pronto se adelantó el Industrias en Jaén. Una buena acción colectiva tras robo fue finalizada por Sepe en un disparo cruzado. Todo parecía apuntar que la diferencia de categoría entre ambos equipos sería esta vez definitiva. Lejos de venirse abajo, el UMA siguió trabajando cual hormiguita. Una defensa sin fisuras que con el paso de los minutos permitió a los malagueños creer en el empate. Óscar, a los 10 minutos, y Cobarro, a 1.54 para el descanso, adelantaron al UMA en una recta final de la primera parte digna de un candidato por justicia al título de campeón.
La segunda mitad fue de nuevo muy igualada. Industrias no podía derribar el muro universitario. Javi Rodríguez probaba con todos sus elementos sobre la pista. Algunas veces las manos y los pies de Conejo evitaban el gol, otras veces era la figura de Miguel Conde, Cobarro, Burrito o Óscar Muñoz en el que se imponía en el último suspiro. Hay que destacar la defensa individual de Alvarito a un Drahovsky, que no tuvo su día por culpa del madrileño. Lejos de conformarse, el UMA Antequera fue a por más. En un contraataque, Burrito hizo el 3-1 a pase de la muerte de Óscar Muñoz.
Era la distancia que los de Tete necesitaban para tranquilizarse y hacerlo todavía mejor y con más concentración. La calidad de los Sepe, Corso, Cardona y Verdejo no era suficiente para tirar el muro de los malagueños. Ni tan siquiera el temido portero jugador pudo recortar distancias y el UMA Antequera acabó celebrando en Jaén y ante más de 150 aficionados malagueños que se frotaban los ojos en la grada.