La temporada de Antoñín ha sido una montaña rusa entre la ilusión, la redención y la decepción. Su llegada en verano levantó una expectación descomunal en lo que muchos bautizaron como el regreso del hijo pródigo. Ese que se marchó al Granada para salvar al Málaga y que ahora volvía para devolver al equipo a Primera. Sin embargo, la temporada se resume en 3 goles en 1400 minutos y un par de asistencias. Antoñín ha vivido en un continuo efecto gaseosa en el que ha estado salpicado por varias polémicas y donde se ha hablado más de asuntos extradeportivos que de su fútbol.
El curso empezó con Antoñín fuera de forma pero siendo titular con José Alberto López. El asturiano tuvo fe ciega en él, pero su rendimiento estuvo muy por debajo de lo esperado. A partir de la jornada 5 dejó de ser titular y pese a un buen partido ante el filial de la Real B, no llegó a volver a asentarse en el once titular. Surgió entonces su primer polémica del curso. El jugador solicitó irse y José Alberto destapó la trama en sala de prensa. Al final, el único que salió fue el entrenador tras el 0-5 del Ibiza. Antoñín dio una rueda de prensa poco creíble y el tema quedó en el olvido. No se sentía querido y valorado.
Con Natxo amagó con ser el jugador que se esperaba. Ni mucho menos. Un gol en Zaragoza, dos titularidades y vuelta al banquillo con el preparador vitoriano. Con Pablo Guede la historia se ha vuelto a repetir. Antoñín fue de los mejores en la victoria malaguista en Leganés. Un gol y muchas jugadas de peligro. Ante el Eibar fue cambiado en el primer tiempo tras la expulsión de Escassi. En Las Palmas no se le vio pese a jugar 73 minutos y contra el Oviedo no jugó ni un minuto.
En las últimas horas se ha visto envuelto en una polémica en redes sociales. Unos aficionados han sacado a la luz un vídeo en el que se ve al jugador malaguista jugando una pachanga al fútbol sala con amigos. Se desconoce si el vídeo es actual, pero los seguidores blanquiazules, hartos de la temporada que se está viviendo, han mostrado su descontento. El club no se ha pronunciado al respecto y se espera que no lo haga en las siguientes horas y días. La montaña rusa de Antoñín vuelve a estar en bajada.
Por un motivo u otro sea el que sea…no está rindiendo al nivel que se le presupone que tiene. El primer interesado y responsable de cuidarse y estar en forma es el propio jugador.
No está dando ni la talla ni el nivel para jugar en segunda división. En primera ya ni hablamos.una pena.
Otro más que se queda a mitad de camino por su mala cabeza. Una pena
Lo vuelvo a decir. No se le puede pedir peras al olmo. Ni dátiles dulces a un limonero. Como a todos en la vida. Por sus frutos los conoceréis.
Que se vaya a hacer pachanga que para lo q vale.