Sergio Scariolo es insaciable. El técnico por fin puede sumar su primer título continental a nivel de clubes. Virtus Bolonia jugará la final de la Eurocup al imponerse anoche al Valencia Basket en La Fonteta (73-83); su equipo además es líder de la Lega A, por delante del todopoderoso Olimpia de Milán. Temporada sobresaliente hasta ahora para los italianos, asomando la Euroliga en el horizonte en el caso de imponerse en la final al Bursaspor, verdugo del Morabanc Andorra en semifinales. A Scariolo se le avecina un dilema en el caso que esa escenario se convierta en realidad.
El italiano no podría compatibilizar el papel de seleccionador y dirigir en Euroliga. Por una razón simple: durante las próximas Ventanas FIBA de noviembre y febrero, clasificatorios para el Mundial de 2023, la Euroliga no interrumpe la competición; por lo que el excajista debería renunciar, bien a un proyecto ambicioso como es el de Virtus, o verse obligado a dejar la Selección Española. Difícil concebir al combinado nacional sin el excajista en la banda.
Shengelia, Belinelli, Teodosic, Hackett… La plantilla que maneja el laureado técnico es digna de estar entre las mejores de la Euroliga. Junto con el Partizan de Obradovic, los dos equipos que han disputado Eurocup que tarde o temprano deberían dar el salto. Ahora Sergio Scariolo tendrá que elegir, salvo que aparezca otra vía diplomática.