El Unicaja adelanta su examen final de la temporada a abril; en este Martes Santo los malagueños reciben al BAXI Manresa con la obligación de ganar si quieren seguir vivos en la BCL, y regresar de nuevo al Nou Congost a por un desempate. Una semana después de regresar de vacío de la localidad barcelonesa, en un ambiente de pesimismo, no es para menos; los cajistas ahora tienen la gran oportunidad entre manos de batir a un equipo sí ha mostrado tener debilidades lejos de Manresa.
Es un día de esos en los que los factores baloncestísticos quedan en un segundo plano. Es evidente que los de Pedro Martínez se han ganado todo el derecho de partir como favoritos, no solo por el primer partido de la serie, sino por la trayectorias tan opuestas desde principios de temporada; los manresanos están más que asentados en la zona alta de la Liga Endesa, la gran revelación y con una línea regular desde septiembre; y en esta BCL parten con todos los argumentos para suceder al San Pablo Burgos en el palmarés.
Pero el Unicaja no ha dicho su última palabra, escenarios más inverosímiles hemos visto con los cajistas, que bien han demostrado esta temporada es ser un equipo impredecible. Este segundo partido está marcado en el calendario para demostrar orgullo; y con 40 minutos por delante para convencer que los de Ibon Navarro quieren estar en Bilbao dentro de apenas tres semanas.
Los catalanes vienen a Málaga cargados de moral, con una semana culminada en un brillante derbi catalán ante el Joventut (95-91); el cuadro de Pedro Martínez volvió a demostrar ser un equipo rebosante de armas ofensivas, difícil pensar que el Unicaja tenga algún tipo de antídoto para frenar a los Bako, Moneke, Thomasson, Sima y el resto de estrellas de las que disponen los manresanos. Una plantilla compenetrada, firma de Pedro Martínez a la hora de asignar unos roles muy definidos y que por ahora están surtiendo efecto.
Ibon Navarro tendrá que volver a hacer un descarte para esta ‘final’. El pasado domingo le tocó a Nzosa vestirse de traje; una decisión difícil viendo lo que hay en juego y sobre todo la carga emocional que supone un choque de estas características. Sí estará seguro Jaime Fernández, quizás con una carga de minutos aún limitada, pero una ventaja contar con la jerarquía del base madrileño.
Pese al condicionante de estas fechas, se espera buen ambiente en el Carpena. El feudo cajista será un factor clave para empujar a los de Ibon Navarro, conscientes que una gran atmósfera, típica de las grandes noches, equilibra la balanza en el parqué. Hoy debe ser una auténtica caldera, qué ocasión mejor que esta noche.