«De la victoria de todos… a la derrota de todos ¿no, Manolo?»

Si la victoria de Amorebieta fue la victoria de todos, lo de ayer ¿Qué fue?. Se lo digo yo, la derrota de todos, pero de todos, todos. Que nadie pretenda en esta temporada sentirse a salvo de la sensación de ridículo constante que están viviendo los aficionados malaguistas, semana sí y semana también. El partido contra el Huesca ha sido la gota que colma el vaso. Desde un recibimiento esperpéntico, a un final de partido con palabras malsonantes entre el banquillo y la afición. 

En medio, un equipo sin alma al que bastó un fallo, tan humano como grave, para sacarlo del partido. Demostrando así la falta de moral, ánimo y compromiso que parece haberse instalado en este vestuario. La imagen de ese 0-1 es la radiografía perfecta de la situación del Málaga CF. Un equipo hundido cuyo objetivo ya no es ganar, sino tratar de no perder. Como malaguista me siento profundamente decepcionado por todo lo que está pasando. Por un Málaga que parece no tener capitán ni dentro ni fuera del terreno de juego.

Solo así se explica que después de que el club haga un llamamiento en forma de SOS, reuniendo a peñas y directiva, el recibimiento sea una soberana porquería por culpa de una de las partes. Que hubo un malentendido dicen, dan ganas de reír por no llorar. Solo así se explica que el club, y solo el club, no se moleste en limpiar los asientos llenos de barro para su gente. Y que cuando lo haga sea a horas del partido y con los servicios mínimos. 

Solo así se explica que el entrenador mantenga a un central juvenil de lateral derecho con un 0-2 en el marcador en lugar de poner a uno que suba la banda y genere peligro. Solo así se explica que el equipo descanse tras el esperpento de ayer y con un partido en apenas 3 días de nuevo. Hay tantas cosas inexplicables que solo se explican pensando en que este Málaga está a la deriva y en manos de algunos que se creen por encima del bien y del mal y que no conocen la autocrítica ni aunque les atropelle el fracaso como es el caso.

Termino. Si después de la victoria en Lezama hubo charla del director deportivo a la plantilla, con cámaras incluidas, espero que ayer también la hubiese. Sin cámaras, claro, solo vende lo bueno. Una charla donde Manolo Gaspar, el mismo que ha perdido mucho tiempo de su vida explicando a la gente lo que es ser del Málaga, se lo explique a la plantilla que él mismo ha confeccionado y que está a punto de devolver al club a la Primera RFEF. Una división que le viene como anillo al dedo a algunos de los componentes de este entidad.