La llegada de Ibon Navarro ha supuesto un subidón moral en el aficionado cajista. Una derrota ante UCAM Murcia en el Carpena que no debería empañar el crecimiento de las últimas semanas. El mensaje que transmite el club es «construir» y esa fase estamos, días como el de ayer sirven para comprobar los déficits que tiene esta plantilla. Pero la realidad es que el Unicaja hizo méritos para imponerse al conjunto de Sito Alonso. «Si la mete McFadden o no, hay que sacar las mismas conclusiones», sentenciaba el preparador cajista en sala de prensa.
Sí se puede hacer un juicio en cómo ha afectado en el Carpena el aterrizaje del nuevo entrenador. Ayer, 4.681 espectadores, la cuarta mejor entrada en lo que llevamos de curso, solo superada por las visitas de Real Madrid, el estreno del ex de Morabanc Andorra (6.257); Barcelona (6.082) y Joventut (4.830). Una de las mejores noticias de las últimas semanas: recuperar las gradas del Carpena, aunque aún lejos de percibir el ambiente de etapas anteriores. Por algo se empieza.
El último partido que dirigió Fotis Katsikaris en el Carpena fue ante Oostende, allá por el 2 de febrero. Ese día asistieron al Carpena 2.986 espectadores, un síntoma de cómo le ha cambiado la cara a todos los cajistas. También condicionado que la pandemia ya va haciendo sus últimos estragos, pero es innegable que el cambio en el banquillo solo ha traído buenas noticias: también rescatar parte del ‘Factor Carpena’, una de las grandes armas del club de Los Guindos.
Una pena no haber ganado este partido. Pero la gente tiene ganas de basket en Málaga. Este equipo ya ofrece otras calidades y espectativas que invitan a asistir al carpeta.