Buffarini vuelve a La Rosaleda con la elástica del Cartagena. En el partido de ida, Kevin Medina acabó convaleciente por los golpes que se llevó en el partido ante el Huesca originados por el juego brusco del lateral argentino. Como una bota. Así quedó el tobillo del jugador blanquiazul tras el encuentro de la primera vuelta con el Huesca. Buffarini y más efectivos de la defensa del Alcoraz, entre ellos Ratiu, frenaron con todas las de la ley al futbolista blanquiazul. Por aquel entonces, su nivel era bastante alto. Era uno de los efectivos ofensivos más destacados del Málaga de José Alberto.
Esa molestia en el tobillo le marcó un antes y un después en las jornadas venideras. Semanas entre algodones y en algunas ocasiones, minutos en el verde con dolor. En Huesca su articulación acabó inflamada y la zona totalmente dolorida. El problema es que el resto de equipos cogió la matrícula. Se convirtió ya en un habitual ver la foto del tobillo izquierdo del canterano totalmente magullado. Pasó con el Lugo con Campabadal, pasó en Oviedo con David Costas, pero todo comenzó con Buffarini en Huesca.
En esta ocasión, el reencuentro con un cazador está pendiente de varios aspectos. Por un lado, Kevin Medina ha visto decrecer sus minutos en el verde. Con la llegada de Natxo González, el extremo blanquiazul ha adquirido un papel de revulsivo. 62 minutos de titular en Anduva, no jugó en Zaragoza y en las dos últimas citas: 28 minutos ante el Almería y 11 contra la Real Sociedad B en el Reale Arena. Con Buffarini más de lo mismo. Su salida de Huesca a Cartagena en el mercado invernal tampoco le ha garantizado más minutos. Si bien es cierto que en las dos últimas jornadas ha salido de titular disputando 86 minutos ante el Ibiza y 70 frente al Valladolid.
