El Málaga está de luto y en una crisis deportiva mayúscula, pero se queda con el consuelo de Álvaro Vadillo. Sin dudas, el extremo gaditano ha sido el más destacado de los boquerones en la bochornosa derrota frente al Sanse. Natxo González agitó el árbol antes de cumplir la hora de encuentro y quitó a Roberto del verde para colocar al ’18’, quien demostró con creces el motivo de su fichaje en el mercado invernal.
Sorprendió su posición inicial en la mediapunta, aunque se fue acomodando hacia su banda izquierda conforme pasaron los minutos. Desparpajo, ganas de dar el paso adelante, voluntad con balón y protagonista en el arranque de la mayoría de jugadas de peligro. Han sido pocas, pero en ellas estuvo involucrado el andaluz. Quizás es esto lo que necesita el vestuario, un líder que seguir.
Por todos es conocida la alta competencia por bandas en la plantilla, pero la realidad es que se necesitan menos nombres propios y más rendimiento a la hora de la verdad. El filial de Xabi Alonso gana el goal average, el descenso está detrás de la oreja y el Málaga va hacia él a velocidad de crucero. Por todo esto, el único y positivo consuelo que se puede llevar el respetable blanquiazul esta noche es Álvaro Vadillo.
