Pese a la mejora defensiva, el Málaga no logra vencer en casa. Ya ha llovido desde el último triunfo en La Rosaleda. La afición suma casi un trimestre sin sonreír. Victoria ante la UD Las Palmas allá por el 20 de noviembre y desde entonces varios sinsabores en lo que debería ser un fortín. Así lo fue meses atrás porque nadie le tosía al equipo blanquiazul. Ahora, pese a las reformas y mejoras, sigue sufriendo goteras.
De hecho los jugadores de Natxo González, otrora José Alberto López, acumulan un punto de los últimos quince. La racha se truncó con la llegada del Amorebieta. Una primera derrota inesperada. 0-2 ante el conjunto vasco y la primera derrota del curso en Martiricos.
Días después, otro tropiezo ante el Leganés. Primer divorcio de la grada con José Alberto y victoria pepinera antes de Navidad. Ya en 2022, un gol de Ramón casi sobre la bocina daba un punto vital en el choque con el Sporting de Gijón. El único punto que ha sido capaz de rascar el cuadro blanquiazul en cinco fechas del campeonato.
La dolorosa goleada ante el Ibiza y la reciente ante el Almería certifican el mal momento del Málaga ante su gente. Casi un trimestre sin sonreír.
Ayer estuvimos a puntito de un triplete de Sadiq por pocos centímetros no entraron dos remates en el área pequeña. Por despistes defensivos y no fijar las marcas. Incluido el gol. Sadiq sólo rematando a placer sin oposición cuando debía tener un jugador pegado encima en todo momento. Fallo de concentración y de sistema defensivo.