Era la temporada 2006-2007. El Málaga pagaba penurias en Segunda en plena Ley Concursal y con el objetivo de eludir el descenso de categoría después de siete años consecutivos en Primera. La Segunda B era más que una opción. Los blanquiazules buscaban en Almería la permanencia matemática y durante muchos minutos de la tarde la opción fue real. El equipo indálico no se jugaba ya nada puesto que era equipo de Primera. Los rojiblancos tenían una plantilla de mucha calidad comandada por Crusat, Ortiz y Míchel. Un equipo que tenía 80 puntos y que perdía cero a dos al descanso gracias a dos tantos de Antonio Hidalgo. Ese curso, el Almería casi manda a Segunda B al Málaga.
Kalu Uche y Larrea levantaron el resultado malaguista y Goitia acabó siendo héroe en el tramo final del partido. El Almería no se jugaba nada pero hizo todo lo posible por remontar el partido ante el Málaga. A la semana siguiente, los de Emery visitan el Alfredo DiStefano para jugar contra el Real Madrid Castilla de Míchel. Los madridistas eran un rival directo por la permanencia y tenían el golaverage cogido a los boquerones. El Almería no compitió y salió goleado con tantos de Adrián González, Negredo y Mata, casi nada. Aquella jornada y a la misma hora, Hidalgo a pase del ‘Chengue’ Morales empataba un partido in extremis contra el Cádiz que daba la permanencia al Málaga. De haber perdido, la cosa se hubiese complicado mucho.
La afición malaguista se preguntó durante mucho tiempo los motivos por los que el Almería se dejó la piel contra el Málaga y luego casi ni disparó a puerta en Madrid. Desde tierras almerienses se habló de la tempranera roja de Rodri, aunque para ese momento ya perdían por uno a cero. Al año siguiente, Negredo sería la estrella de los almerienses en Primera. Curso 2006-2007, la temporada que el Almería casi manda a Segunda B al Málaga. ¿Queriendo o sin querer? Ya es agua pasada y ahora lo que importa es parar a Sadiq en La Rosaleda y frenar la mala racha actual.
Eso es, creando buen ambiente para el partido de mañana