En el vestuario empieza a sonar la música tradicional vasca con Natxo González y llega el baile de las bandas del Málaga. Hasta seis artistas lucharán por esos dos puestos tan codiciados en la pizarra y la realidad es que todos han tenido su oportunidad desde que el nuevo líder está a los mandos de la nave. Jairo, Kevin e Hicham lo hicieron en Anduva; Paulino, Antoñín y Álvaro Vadillo en La Romareda.
La plantilla es consciente de que un cambio de banquillo supone una nueva oportunidad para todos, desde el capitán hasta el que menos minutos ha jugado. Aquí es donde destacan dos nombres concretos: Jairo la semana pasada y Antoñín en Zaragoza. Dentro del apoteósico desastre blanquiazul en Burgos, el ’10’ fue de lo poco salvable desde la derecha. Y por su parte, el ’15’ tiene ganas de resurgir de sus cenizas y convencer al malaguismo en el terreno de juego, no en las redes sociales.
Pero el asunto no queda así, ya que los minutos de Paulino del sábado fueron muy notables hasta el punto de que tuvo el 1-2 en su zurda. En este sentido, Kevin solo compitió en el estreno del míster y Álvaro Vadillo tuvo la mala fortuna de la tendinitis rotuliana en su pierna derecha, mientras que Hicham es una completa incógnita. Lo bueno de la danza es que la música nunca deja de sonar y en los próximos partidos se verá una batalla campal por la titularidad. Siguiendo el rendimiento, Paulino y Antoñín deberían estar frente al Almería, aunque el baile de las bandas del Málaga promete altos niveles de competitividad.
Bendito problema. Se pueden utilizar a 4 jugadores de banda en cada partido. Dos de inicio y dos en la segunda parte para que den lo mejor de cada uno y que el equipo no se venga abajo físicamente ni en ataque ni en defensa. Es lo ideal,no?. Bendito problema.
Demostrado que a estas alturas de temporada ninguno ha dado la talla, que dios nos salve